Quito: los negocios de La Mariscal agonizan por el abandono y la delincuencia

Hace 10 años, La Mariscal era un imán que atraía a miles de jóvenes que allí encontraron un sitio para divertirse en bares y discotecas. Por la mañana predominaba lo cultural y por las noches el entretenimiento.

Carlos Iturralde ha vivido en La Mariscal gran parte de su vida. Cuenta que el panorama actual es desolador. “No sabemos de quién es la responsabilidad. Quizás es compartida entre las ordenanzas municipales demasiado permisivas y los moradores que rentan para cualquier cosa”.

La plaza El Quinde fue un lugar emblemático hasta hace cinco años. Allí se concentraba el movimiento comercial. Hoy solo quedan negocios abandonados, letreros que se caen a pedazos. En definitiva, se trata de un lugar de entretenimiento que hoy se volvió en una zona roja.

“Alguna vez yo caminaba con una amiga por la calle Juan León Mera desde el Mercado Artesanal hacia el norte y teníamos que cambiarnos a cada rato de vereda porque se veía que los delincuentes nos querían emboscar”, añadió Iturralde.

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Fernando Rueda administra uno de los pocos hoteles que aún existen en el sector. Dice que mantener un negocio resulta difícil, debido a la inseguridad. Cuenta que muchos negocios han tenido que salir de la zona o simplemente cerrar sus puertas. Mantenerlos es complicado porque pasó de ser la zona rosa a roja.

Por ello, muchos negocios migraron o simplemente cerraron definitivamente. “Casi un 65% de los locales que estaban operativos, antes de la pandemia, han salido. Eso implica unos 400 negocios”, dijo Rueda.

Carolina Caicedo es propietaria de un hotel que tiene acabados de vanguardia. Ella le apuesta al sector. Espera que, en algún momento, la situación cambie por el bien del turismo local. “Esperemos que las autoridades impulsen la zona que está afectada. Hay muchos inmuebles de arriendo y venta”.

Según datos de la Policía Nacional, los delitos más comunes en ese sector son los robos de oportunidad y el expendio de droga. El coronel Geovanny Maldonado, jefe del distrito La Mariscal, asegura que se han redoblado los controles, pero esto debe complementarse con acciones conjuntas con la ciudadanía y otras autoridades que rehabiliten el sector.

Los vecinos esperan que las autoridades locales puedan reactivar La Mariscal para que vuelva a ser el punto de encuentro, diversion y cultura de los capitalinos y del turismo.

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