Desorganización pese a la experiencia: el Gobierno sigue con problemas al comunicar los horarios de cortes de luz

Ecuador comenzó su tercer periodo de cortes de luz programados a escala nacional este miércoles 18 de septiembre. En octubre del 2023, Fernando Santos Alvite, ministro de Energía del gobierno de Guillermo Lasso, indicó que era necesario ejecutar racionamientos de energía ante el estiaje.

Pese a la experiencia, las autoridades siguen con los problemas de comunicación para abordar los apagones.

El comunicado de la Presidencia de la República del pasado domingo indicaba que se suspenderá el servicio de luz a escala nacional desde las 22:00 del miércoles 18 de septiembre hasta las 06:00 del jueves 19, con el objetivo de darle mantenimiento preventivo al sistema de transmisión eléctrica.

Incluso, la decisión fue acompañada del Decreto Ejecutivo que oficializó un toque de queda en ese periodo. Mónica Palencia, ministra del Interior, indicó durante una rueda de prensa el lunes 16 de septiembre que la medida buscaba asegurar que las personas estén en sus hogares.

Sin embargo, Antonio Goncalves, ministro de Energía, precisó la mañana del miércoles 18 de septiembre que el apagón será nacional, pero no absoluto, apuntando que el corte no será de ocho horas; sino solo hasta cuatro horas.

Sin embargo, horas después, se confirmó que su palabra no se cumpliría, porque la Empresa Eléctrica de Quito dividió a la ciudad en dos grandes grupos: un corte de 22:00 a 00:00, y otro entre las 00:00 y las 05:00 horas, lo que significa que en la capital sí ocurrió un apagón que duró más de cuatro horas.

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Una situación similar ocurrió con la parroquia La Aurora del cantón Daule, que experimentó cinco horas de cortes de luz en dos franjas: de 22:00 a 01:00, y de 04:00 a 06:00; cuando otros sectores del territorio guayasense solo tuvieron un corte de tres o cuatro horas.

Ni las autoridades ni las empresas de distribución han explicado por qué dentro de una misma localidad hay sectores con cortes de luz más prolongados, como ha ocurrido en desconexiones de otras ocasiones.

Además, pese a un comunicado del Ministerio de Ambiente, en el que se asegura que los sectores estratégicos, como las plantas de agua, no sufrirán los cortes de energía, y, por lo tanto, los municipios no deberían suspender este servicio a la ciudadanía, la Alcaldía de Guayaquil ha desmentido que se pueda evitar esta paralización, ante la falta de acompañamiento del Gobierno.

La Planta La Toma, que provee de agua potable a más de 3 millones de usuarios de Guayaquil y zonas aledañas, tiene una necesidad de energía de 19 megavatios para funcionar, por lo que tiene su propia línea de abastecimiento al sistema eléctrico.

Para cubrir esa necesidad durante un apagón, se requeriría contar con una central eléctrica propia, ya que un generador no sería suficiente, apuntó Aquiles Álvarez.

Ilfn Florsheim, vocera de la concesionaria Interagua, detalló que La Toma está entre los 10 mayores consumidores de energía eléctrica del país, y que con el corte de energía anunciado por el Gobierno Nacional, no era posible algún abastecimiento de energía por ninguna vía.

Los trabajos de mantenimiento en las subestaciones eléctricas iniciaron a las 10 de la noche, hora del apagón programado en el país.

Como parte de la primera etapa, las obras se realizaron simultáneamente en 15 de las 70 subestaciones del Ecuador, así lo explicó Gustavo Sánchez, Gerente de la Unidad de Negocio Transelectric, durante el recorrido en la subestación de Pascuales, en Guayas.

"Trabajos en el patio de transformadores, limpieza de aisladores, lubricación, seccionadores, es parte de trabajos simultáneos en 15 subestaciones. Esta noche en la subestación Milagro vamos a poner en operación una subestación móvil que nos permitirá aumentar la capacidad de transformación y atender la demanda en este sector del país", mencionó Sánchez.

Por su parte, Andrés Alarcón, Termógrafo de CNEL, señaló que algunas de estas labores debían realizarse en dos meses, pero la crisis eléctrica obligó a adelantar el cronograma.

Los trabajos de mantenimiento continuarán la próxima semana con otros cortes de energía programados, con el fin de garantizar el suministro eléctrico, y así enfrentar la sequía que el gobierno señala como la más severa de los últimos 60 años.

El 23 de febrero del 2024, Andrea Arrobo, quien fue la primera alta funcionaria de Daniel Noboa para esta Cartera de Estado, anunció que podía confirmar que era "el fin de la temporada de apagones", que comenzó en octubre de 2023 durante el gobierno de Guillermo Lasso.

Allí aseveró que, después de no haber desconexiones desde diciembre, y de haberse manejado de manera eficiente las reservas hídricas en los embalses que permiten la generación de luz, se podía anunciar el fin de la interrupción del servicio de energía.

Sin embargo, dos meses después, Noboa la acusaría a ella y a otros 21 empleados públicos del sector energético de sabotear el sistema eléctrico, al presuntamente ocultar información sobre los niveles críticos de los embalses de las hidroeléctricas, lo que habría impedido tomar decisiones adecuadas.

En la primera quincena de abril, las empresas de distribución eléctrica no brindaron su servicio esporádicamente, sin explicaciones concretas, por varios días. Solo se indicaba que eran mantenimientos emergentes.

Arrobo salió del Ministerio de Energía el 16 de abril, día en el que retornaron oficialmente los cortes de energía. El siguiente día fue declarado un día de asueto, porque se ordenaron apagones de entre ocho y 13 horas. Ese mes, Noboa ordenó a las empresas eléctricas a cobrar la mitad de la planilla de luz.

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Ya con Roberto Luque frente a esa cartera de Estado, se realizaron casi 20 ruedas de prensa sobre la situación energética, de las cuales varias sirvieron para anunciar que no habría cortes de luz en determinados días, ante la eventual mejora de los embalses. Finalmente, el 7 de junio, Luque aseguró que el riesgo de cortes programados por falta de generación eléctrica ya no existía.

Pese al anuncio, ese mismo día relató que el hecho de que no haya cortes no significaba que la crisis eléctrica se haya terminado, porque era notoria la falta de mantenimiento e inversión por varios años. 12 días después, el 19 de junio, se produjo un apagón en todo el sistema eléctrico por una falla de línea de transmisión.

El suceso fue denominado como un blackout energético, y el funcionario aseguró que fue una situación que solo tenía 1 % de probabilidad de ocurrir.

"Hoy tenemos un problema en una línea de transmisión. Existía un plan de protección sistémica, de hace 20 años, y fue un proceso fallido hace dos años, justamente de este sistema de protección", relató. El 21 de junio hubo de nuevo cortes porque la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que genera cerca del 25 % de la electricidad que consume Ecuador, tuvo problemas de sedimentación.

Al siguiente día se detuvieron las desconexiones programadas a escala nacional por falta de generación eléctrica, solo ocurriendo estos cortes a escala cantonal como parte de mantenimientos acordados por las empresas de distribución eléctrica, en ciertos días.

El sábado 7 de septiembre se produjo de nuevo un apagón nacional, tras un fallo humano en la subestación Molino. Ahora Ecuador está en un nuevo periodo de cortes de luz planificados por la crisis de generación energética.

El Ministerio de Energía y Minas informó este jueves 19 de septiembre de 2024 que 15 subestaciones de transmisión y siete de distribución fueron intervenidas durante el mantenimiento. Se crearon 15 equipos que trabajaron de forma simultánea.

En las subestaciones de Milagro, Pascuales, Durán, Santo Domingo, Macas y Santa Elena, entre otras, se realizaron obras de mantenimiento preventivo en los equipos de maniobras, transformación y acondicionamiento de sistemas de aislamiento.

La Corporación Nacional de Electricidad (CNEL EP) efectuó 15 trabajos de mantenimiento. Estos incluyeron el reemplazo de transformadores y la corrección de puntos calientes en siete subestaciones ubicadas en las provincias de Guayas, Esmeraldas, Santo Domingo y Sucumbíos.

Además, se realizaron cambios de postes y sustituciones de estructuras que cumplieron su vida útil, en líneas de subtransmisión en El Oro, Los Ríos, Manabí, Bolívar, Santa Elena y Guayas. Para ejecutar estas actividades, se movilizaron más de 115 equipos especializados, 15 grúas y 30 carros canastas, entre otros equipamientos.

Se realizaron trabajos en subestaciones, líneas de medio y bajo voltaje, líneas de subtransmisión, sistemas de puestas a tierra, circuitos de control y fuerza, barras de medio y alto voltaje, equipos de protección y redes de comunicación.

En la subestación Milagro se trabajó en la conexión y energización de un transformador móvil, de 60 MVA de capacidad. El objetivo es mejorar, incrementar y reforzar el servicio a CNEL EP Los Ríos.