El consumo de energía eléctrica en Ecuador aumentó un 28,8 % en 10 años; la producción no despega
El consumo por habitante pasó de 1 304 kWh por persona a 1 680 kWh.
El consumo de electricidad ha crecido en un 28,8 %, desde 2013, en Ecuador, es decir, si bien la demanda aumenta, la producción no logra despegar. Esa cifra se desprenden del Balance Energético Nacional (BEN) que el Ministerio de Energía presenta cada año. La más reciente edición fue publicada en agosto de 2024, con información hasta 2023.
En septiembre del año anterior comenzó a notarse los problemas en el sector energético. La principal preocupación era la latente posibilidad de que se presenten apagones, porque los expertos anticipaban que los racionamientos de energía eran inevitables por el duro estiaje o sequía que provocaba la escasez de agua en las hidroeléctricas del país. Ahora, 12 meses después, la alerta es la misma.
El BEN recoge datos de las fuentes de energía, importaciones, exportaciones, consumo, entre otras variables, que dan pistas de las causas detrás de la crisis que enfrenta Ecuador.
A mayor población, crece el consumo de energía
La demanda energética se incrementó un 18,3 % en 10 años. Ese valor incluye la energía primaria, que viene de fuentes naturales como: petróleo, hidroenergía, gas natural, etc; así como secundaria: diésel, gasolinas, electricidad, GLP, entre otras.
Es decir, pasó de 86,2 millones de BEP (barriles equivalentes de petróleo) a 102 millones. El sector del transporte es el mayor demandante de energía, luego le sigue el industrial y finalmente el residencial. En un año, el incremento es de 1,8 %, es decir, comparando 2022 con 2023.
Mientras, en el campo eléctrico, las cifras publicadas por el Ministerio del ramo muestran que en 2013 el consumo por habitante, era de 1 304 kilovatios hora; en 2023 fue de 1 680.
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La relación entre el número de habitantes y el incremento del consumo es proporcional. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), el crecimiento de habitantes en 10 años es de dos millones; sin embargo, en 2020 hubo un comportamiento atípico por la pandemia de Covid-19, cuando hubo un decrecimiento del consumo.
Las provincias que consumen más electricidad también son las que tienen mayor población: Guayas, Pichincha y Manabí.
Por otro lado, el sector que más consume electricidad es la industria, seguido por el residencial, y comercial, donde se contemplan los servicios públicos.
La producción de energía no abastece la demanda
En 2023, la producción primaria de energía decreció 0,7 % con respecto a 2022, principalmente por el declive en la extracción de petróleo, la fuente energética que más genera el país.
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En la producción de hidroenergía hubo un incremento de 2,9 %; en la fotovoltáica de 5,4 %; y en la eólica del 244,2 %, por la entrada en funcionamiento del parque Eólico Huacachaca.
Entre 2013 y 2023, en fuentes de energía secundaria, el crecimiento es del 11 %, y en específico de la electricidad de 24,6 %. Sin embargo, en ese periodo la demanda energética supera a la producción, lo que ha obligado a los Gobiernos de turno a aumentar las importaciones.
En 2023 el 69,1 % de la generación eléctrica en el país provino de hidroelectricidad, mientras que 25,6 % provino de fuentes térmicas, 1,6 % de otras fuentes y 3,6 % de interconexión eléctrica.
Esa cifra refleja la importancia que tiene el funcionamiento adecuado de las centrales hidroeléctricas. Un ejemplo es lo ocurrido en la subestación Molino, el pasado 8 de septiembre de 2024, que por un error humano se afectó el abastecimiento de electricidad a 11 provincias del país.
En 10 años, Ecuador aumentó la importación de electricidad en casi 100 %
Desde 2013, la importación de electricidad aumentó en 99,4 %; sin embargo, comparado con 2022, el crecimiento fue de 183,9 %.
La razón de tal incremento radica en la crisis de apagones del año anterior, cuando Ecuador se vio obligado a comprar energía a Colombia a un precio superior en hasta 85 %. Es que esa era una de las pocas alternativas que tenía el país para enfrentar la crisis, tomando en cuenta la deficiencia del parque termoeléctrico y el estiaje.
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