Un estudio revela una correlación entre el aumento de la grasa visceral y la falta de sueño, pero ¿qué efecto causa?
El insomnio, un trastorno común del sueño que implica dificultades para conciliar el sueño, para mantenerse dormido o para lograr un sueño de buena calidad, conlleva a multitud de problemas en nuestro organismo. Uno de ellos, sin embargo, es insospechado, y seguramente sorprenderá a más de uno: el no dormir suficiente aumenta el consumo calórico y, por consiguiente, la acumulación de grasa.
Así lo demuestra un estudio de la Clínica Mayo, financiado por el Instituto Nacional el Corazón, los Pulmones y la Sangre, y publicado por la revista del Colegio Americano de Cardiología. En Ecuavisa.com te contamos más de las conclusiones de este estudio.
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El no dormir lo suficiente es, usualmente y salvando las excepciones, un comportamiento voluntario, que amenaza con volverse más habitual, y ocurre tanto entre las personas mayores como entre los más jóvenes.
El aumento de la jornada laboral, las mayores exigencias educativas, el uso prolongado de dispositivos inteligentes y la constante exposición al estrés son los principales motivos por los que una proporción considerable de adultos no duerme lo suficiente.
El estudio llevado a cabo por la Clínica Mayo se compuso de 12 personas sanas que no eran obesas. A estas personas se los dividió de forma aleatoria en dos grupos de control: uno con el sueño normal y otro con el sueño restringido.
Ambos grupos tenían libre acceso a la comida durante la duración del estudio, intercambiando los integrantes de ambos grupos con cada sesión. Así mismo, los investigadores controlaron diversos parámetros, como la ingesta y gasto energético, la distribución de la grasa, biomarcadores del apetito, etc.
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Al concluir el periodo de pruebas, se halló que los sujetos de estudio que tuvieron restricción de sueño consumieron más de 300 calorías adicionales al día, un 13% más de proteína con un 17% más de grasa visceral que en las etapas iniciales.
La grasa visceral se deposita en lo profundo del abdomen alrededor de los órganos internos y está fuertemente relacionada con enfermedades cardíacas y metabólicas. El gasto energético se mantuvo principalmente igual durante todo el tiempo.
«Nuestros hallazgos muestran que el sueño más corto, incluso en sujetos jóvenes, sanos y relativamente delgados, se asocia con un aumento en la ingesta de calorías» Virend Somers.
Virend Somers, Profesor de Medicina Cardiovascular de Alice Sheets Marriott e investigador principal del estudio, opina que habría que considerar cambios en los hábitos para las personas que no pueden evitar la alteración del sueño por distintas circunstancias. La actividad física y el cambio a una dieta más saludable puede ser de utilidad.
También destacó que se necesitan más estudios y análisis para determinar como los hallazgos obtenidos en jóvenes sanos se relacionan con los de las personas con ciertos factores, como obesidad, diabetes o síndromes metabólicos.
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