Caída del cabello, otra secuela poco común que deja el COVID-19 en las personas

Jéssica Vicuña ya puede peinarse y arreglar su cabellera, algo que hasta el año pasado no podía, pues luego de superar el COVID-19 comenzó a experimentar una abundante caída de cabello, por lo que no le quedó otra opción que raparse. Dice que llegó a verlo hasta en las rejillas del aire acondicionado.

Este problema se ha convertido en una de las secuelas poco comunes del Coronavirus. El médico Henry Pinela indica cuáles serían las causas.

Inicialmente se relacionó este fenómeno con el estrés, pero se ha observado un creciente aumento de pacientes que presentan fuertes cuadros de efluvio telógeno (caída masiva del cabello o alopecia), desde 30 hasta 90 días después de haberse contagiado, lo que lleva a pensar que existen otras causas relacionadas con el proceso infeccioso o con el mismo Sars-CoV-2 que hay que descartar.

Este tipo de alopecia puede estar asociado a la inflamación generalizada que produce el virus y que, sumada al aumento del cortisol (hormona que se eleva en el estrés emocional), termina produciendo este cuadro que también se aprecia en otras enfermedades inflamatorias o infecciosas y en pacientes que han permanecido por mucho tiempo en una UCI. Sin embargo, no hay un tratamiento exacto para este tipo de caída, ya que no se puede generalizar el tratamiento.

Frente a esta situación, Jéssica no dudó en crear una crema para peinar que ayudara a su problema, y que ahora vende por Instagram, como kusi.

Pero no es la única secuela del COVID-19. La pérdida del olfalto durante esta enfermedad también es común. Pero a situación se puede volver crítica cuando este síntoma se queda en el cuerpo por mucho tiempo, señala el neumólogo Iván Chérrez. Explica que hay casos que la persona huele mal siempre o se tarda mucho en recuperar el olfato.

Sin embargo, los especialistas coinciden en que la mejor recomendación siempre será visitar primero a su médico y no automedicarse.