Este gesto puede hacerse de manera inconsciente.
Seguramente recuerdas que cuando eras pequeño tenías un peluche o juguete que llevabas siempre contigo e incluso dormías con él. Este objeto es conocido en la psicología como objeto transicional o de apego. Según el portal Psicocrianza, este objeto reemplaza el apego a la madre.
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Este hábito puede mantenerse hasta la edad adulta, sintiendo la necesidad de dormir abrazando algún objeto, siendo el más común una almohada.
¿Qué significa dormir abrazado a una almohada?
Además, según el estudio Estilos de apego adulto y regulación emocional en población de Quito, Ecuador, el apego adulto evidenciado en el dormir abrazado a una almohada es un comportamiento completamente normal y común, siendo el apego seguro un factor esencial en el bienestar emocional.
Uno de los motivos más comunes detrás de este hábito es la búsqueda de confort y seguridad. Al abrazar una almohada, se recrea la sensación de contacto físico y cercanía que se experimentan en situaciones de afecto y protección. Esta necesidad de contacto puede estar arraigada en el apego emocional, buscando revivir aquella sensación de cuidado y protección de la infancia.
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Además, puede tener muchos beneficios para el sueño:
Si bien abrazar una almohada es un comportamiento saludable, en algunos casos podría ser un indicador de una necesidad más profunda de afecto o conexión. Si esta necesidad no se satisface a través de relaciones interpersonales, podría generar sentimientos de soledad o aislamiento. En esos casos es mejor acudir con un profesional de la salud mental para indagar sobre esta necesidad de afecto.
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