¿Dónde nació la tradición de quemar a los años viejos?

Fin de año es la época en que todas las familias se juntan para recibir el Año Nuevo. Una de las tradiciones de esta ocasión es la quema de monigotes que, por lo general, están diseñados e inspirados en las personalidades que más dieron de qué hablar en los 12 meses que están por concluir.

Los inicios de los 'Años Viejos' se remontan a la época colonial, pues su origen estaría en España, y poco a poco se fue trasladando a toda Latinoamérica. Lo curioso es que sería Ecuador el primer país en adoptar esta costumbre.

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Odi Gonzalez, profesor de estudios latinoamericanos y andinos de la Universidad de Nueva York, conversó con un importante medio peruano y aseguró que el rito por Año Nuevo lo habríamos iniciado los ecuatorianos.

El mestizaje, la mezcla de culturas y razas y varios factores en el contexto latinoamericano fueron los que transformaron a la tradición española.

Por ejemplo, los rituales paganos como el Olentzero en el país vasco y Navarra en España eran transformados por los indígenas americanos víctimas de represión, por lo que hacían los muñecos con fisionomía europea y ojos verdes o azules.

Para inicios del siglo XIX, tanto Quito como Guayaquil habían adoptado y generalizado la quema de monigotes justo después de acabadas las celebraciones católicas. Desde el día de los inocentes (28 de diciembre) hasta el Día de Reyes (6 de enero), los festejos de Año Nuevo duraban 10 días.

Parte de la tradición era también salir el 31 de diciembre vestido de blanco en señal de duelo o, como es popularmente conocido, como viudas. Además, se sacaba a las calles varios muñecos de trapo que asemejaban a ancianos borrachos.

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Con el afán de burlarse de las autoridades, los vecinos o cualquier otra personalidad, los años viejos poco a poco fueron transformándose en lo que hoy se puede ver, por ejemplo, a lo largo de la calle 6 de marzo en el centro de Guayaquil.