21 mar 2025 , 13:03

¿Qué hacen los astronautas para recuperarse después de permanecer 280 días en el espacio?

Ejercicio, terapia y adaptaciones físicas son claves para la rehabilitación de los astronautas después de una prolongada estancia en el espacio.

   

Tras pasar 280 días en la Estación Espacial Internacional (EEI), los astronautas enfrentan un largo y desafiante proceso de recuperación al regresar a la Tierra. Los efectos de la microgravedad, la exposición a la radiación y otros factores pueden alterar seriamente el cuerpo y la mente.

1. Rehabilitación física: recuperar la fuerza muscular y ósea

Uno de los mayores retos que enfrentan los astronautas al regresar es la pérdida de masa muscular y ósea. En la microgravedad del espacio, los músculos y huesos no tienen que soportar el peso del cuerpo, lo que lleva a una atrofia considerable. Los astronautas pueden perder hasta un 30% de su masa muscular y hasta un 2% de masa ósea por mes.

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Para revertir estos efectos, los astronautas deben someterse a un régimen intensivo de ejercicio físico tras regresar a la Tierra.

El Dr. Thomas Marshburn, médico astronauta de la NASA, explica que "el regreso a la gravedad pone a prueba la capacidad de los músculos y huesos para funcionar correctamente, lo que requiere un plan de rehabilitación rigurosa".

Los astronautas realizan ejercicios de fuerza, estiramientos y actividades cardiovasculares para fortalecer los músculos, mejorar la densidad ósea y restaurar su movilidad.

2. Adaptación a la gravedad terrestre: readaptar el cuerpo al 'aquí y ahora'

Uno de los efectos más desconcertantes es la dificultad para adaptarse nuevamente a la gravedad terrestre. Durante su estancia en el espacio, los astronautas aprenden a moverse de forma diferente debido a la microgravedad.

"La sensación de caer al caminar, o incluso de moverse en un entorno tridimensional, es algo que puede desorientar", comenta Scott Kelly, astronauta de la NASA que pasó 340 días en la EEI.

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Durante las primeras semanas, los astronautas reciben terapia física especializada para mejorar su equilibrio, fuerza y coordinación. La terapia les ayuda a recuperar sus capacidades motoras y a prevenir caídas, un riesgo considerable durante la recuperación.

Además, la visión también se ve afectada por los fluidos acumulados en la cabeza, lo que provoca que algunos astronautas sufran alteraciones temporales en la visión. La rehabilitación visual, junto con la fisioterapia, es parte del proceso para asegurar que los astronautas puedan funcionar correctamente.

3. Reajuste mental: volver a la Tierra no solo es físico, también es emocional

El regreso a la Tierra también implica desafíos emocionales y psicológicos. Los astronautas deben readaptarse a su entorno después de un largo periodo de aislamiento y trabajo en condiciones extremas. Para esto, la NASA implementa un proceso de apoyo psicológico que incluye terapia y sesiones de acompañamiento emocional.

El astronauta Chris Cassidy, quien pasó varios meses en la EEI, relata que "la transición de estar en el espacio, donde todo es predecible y controlado, a estar nuevamente en un entorno con tantas variables puede ser un choque emocional".

Para ayudar en este proceso, los astronautas pasan por un periodo de readaptación social y profesional, trabajando con psicólogos especializados que les ayudan a superar la ansiedad, el estrés postraumático o el simple cansancio emocional de una misión tan larga.

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4. Vigilancia médica y control de la salud: examinar efectos a largo plazo

La exposición prolongada al espacio también tiene efectos en el sistema inmunológico de los astronautas. La microgravedad y la radiación cósmica afectan las defensas naturales del cuerpo, reduciendo la cantidad de glóbulos blancos y debilitando el sistema inmune. Es por eso que, tras su regreso, los astronautas pasan por un riguroso seguimiento médico para asegurar que su salud no se vea comprometida.

Según el Dr. John O’Neil, experto en medicina espacial, "el sistema inmune de los astronautas se debilita significativamente durante las misiones espaciales, lo que los hace más susceptibles a infecciones una vez que regresan a la Tierra".

Por ello, se les realizan pruebas exhaustivas y controles para monitorizar su recuperación, y reciben vacunas adicionales para protegerlos de posibles contagios. Además, los astronautas deben seguir un protocolo específico de dieta y descanso para garantizar que su organismo recupere su funcionalidad.

5. La importancia del descanso: El factor clave para la restauración

El descanso es fundamental en la rehabilitación postespacial. La gravedad de la Tierra exige un esfuerzo adicional del cuerpo, que necesita recuperar su energía y restablecer su equilibrio. Tras pasar tantas horas en un entorno sin gravedad, los astronautas deben ser extremadamente cuidadosos con su ciclo de sueño y descanso, para prevenir problemas de insomnio y fatiga crónica.

Según un estudio de la NASA, los astronautas a menudo experimentan alteraciones en sus patrones de sueño al regresar, por lo que se recomienda un ambiente controlado que facilite la relajación y el descanso profundo durante las primeras semanas de su regreso.

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