Una dirigente barrial relató cómo Nueva Prosperina está segmentada por las mafias, integradas por menores de edad

Una de las 40 dirigentes barriales que tiene Nueva Prosperina, un distrito del noroeste de Guayaquil con una alta tasa de violencia, narró a Televistazo cómo la rivalidad entre las mafias ha segmentado el territorio, pues, para pasar de una zona a otra, los jóvenes deben tener el tatuaje de una mafia.

"Si ellos no encuentran el tatuaje que ellos quieren, o ven el que no es, se los llevan y los matan", afirmó.

Ha vivido 50 años en el sector y ha visto cómo decenas de niños crecieron y ahora son reclutados para el sicariato o venta de cocaína al menudeo.

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"He visto niños de 13, 14, 15 años que se tienen que drogar para ir a quitar vidas; y después que se les pasa la droga no andan tranquilos, andan torturados. Andan preocupados, a todo el mundo lo ven como sus enemigos", comentó.

Afirmó que los menores que están metidos en estas bandas están solo para tener una arma de fuego. "Piensan que tener una arma es tener poderes y es una mentira, porque cuando los dejan muertos, se les acaba el poder", apuntó. La dirigente señaló que aquellos niños se creen jefes, y que a veces los adultos "tienen que hacerle cortesía".

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La mujer proclamó que parte de este problema es porque los padres no les enseñaron buenos valores a sus hijos, como ocurrió en su familia.

"El padre de mis hijos es una persona consumidora de sustancia. Él metía a sus amigos a agarrar la droga. Mis hijos veían como raspaba, consumía drogas, y mis hijos replicaron este consumo de sustancia. Lo que nosotros enseñamos, nuestros hijos aprenden", confesó.

Aseveró que los padres de muchos menores del sector dicen que han viajado a Estados Unidos o Europa, pero en realidad, están presos o asesinados.