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Caso González y otros: una fotografía de Jhonny Gómez motivó a su esposa a buscar justicia
En una entrevista para Contacto Directo, contó que la lucha de más de 20 años ha sido agotadora. Incluso hace algunas semanas, su hijo fue amedrentado y recibió amenazas de muerte por este caso.
La sentencia de 26 años de cárcel para cuatro expolicías por la desaparición forzada de tres personas en el caso González y otros, le dio una sensación de alivio a María Dolores Guerra, viuda de una de las víctimas, Jhonny Gómez.
En una entrevista para Contacto Directo, contó que la lucha de más de 20 años ha sido agotadora. Recibió presiones, humillaciones, señalamientos a su esposo, pero finalmente pudo hacer justicia.
"Esta lucha nunca tuvo sed de venganza, pero sí tuvo una sed de justicia", aseguró Guerra. Y contó que mientras el juez leía la sentencia, este 6 de agosto, sintió "frescura (...) como cuando te dan un poco de aire y te dicen descansa un poco".
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El caso se remonta al 19 de noviembre de 2003, día en que se desarrolló un operativo policial en una farmacia ubicada en la Ciudadela Alborada, norte de Guayaquil, que dejó 8 personas ejecutadas extrajudicialmente y tres desaparecidos; aunque uno de ellos, Erwin Vivar, ya fue encontrado.
En la farmacia se intentó plantar armas e incluso una granada a las víctimas.
Hoy, casi 21 años después, la viuda de Gómez denunció un amedrentamiento. Su hijo fue interceptado hace algunas semanas y recibió amenazas de muerte por este caso.
La herida aún está abierta
Para aportar en el caso, María Dolores Guerra decidió estudiar derecho y participar directamente de la defensa de su esposo. Para ella, existía una prueba que la impulsó siempre a buscar la verdad y es la última imagen de su esposo, el día que fue detenido.
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"Existía una foto de la crueldad del momento en el que a mi esposo se lo llevan con las manos atadas y su rostro tapado, tal cual como se lleva a un animal al matadero; ese era mi escudo, mi fuerza", dijo.
Ella considera de que a su esposo no se le dio el derecho a la defensa para demostrar su inocencia o culpabilidad. "No se respetó el debido proceso", aseveró; por ello, considera que la herida que causó la desaparición de su esposo, el no poder velar y enterrar sus restos ni saber de su paradero, mantienen una herida abierta que jamás se podrá cerrar.
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¿Qué ocurrirá con el caso? ¿Seguirá la búsqueda del cuerpo de las dos víctimas restantes? Mire la entrevista completa en el video de arriba, o escúchela a continuación:
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