Caso González y otros | Seis acusados de desaparición forzada continúan prófugos

El caso González y otros no se cierra con la sentencia emitida este lunes 5 de agosto por un tribunal de la Corte Nacional de Justicia (CNJ). Está pendiente el juicio de otros seis acusados por el delito de desaparición forzada. Ellos están prófugos.

Uno de los fugitivos es Eduardo González, quien en noviembre de 2003 tenía el rango de mayor de la Policía Nacional. Él estuvo a cargo del irregular operativo en una sucursal de la cadena de farmacias Fybeca, en la Alborada, norte de Guayaquil. Supuestamente era una intervención contra delincuentes, pero acabó con ocho personas muertas y la desaparición de otras tres.

En noviembre de 2014, la CNJ ya condenó a 10 uniformados por el asesinato y ejecución extrajudicial de las ocho víctimas. Los agentes recibieron sentencias que oscilaban entre 2 y 16 años de prisión. Esta resolución tampoco involucró a González y los otros agentes prófugos.

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El caso, que también se lo conoció como Dolores, por ser el nombre en común de algunas esposas de las víctimas, conmocionó a la ciudadanía guayaquileña, pues con el pasar del tiempo se conoció de los abusos y la alteración de evidencias.

Uno de los abatidos era un mensajero de la farmacia y otro fue un ciudadano que había ido a comprar pañales.

Asimismo, uno de los desaparecidos apareció en una fotografía publicada por el diario El Universo. Un policía lo llevaba con el rostro cubierto. Nunca más se volvió a saber de él.

El encubrimiento de la Policía Nacional también generó el rechazo de la ciudadanía. La actuación de los uniformados había sido investigada por una corte policial que los declaró inocentes por falta de pruebas, pero en 2010 se reabrió el caso con los resultados antes descritos.

Desde entonces salieron a la luz informes periciales que determinaron que en la farmacia no hubo un enfrentamiento armado, sino abuso de poder. Las víctimas recibieron tiros por la espalda y cuando estaban sometidas en el piso.

Por otra parte, se validó el testimonio de uno de los tres desaparecidos que fue hallado en Venezuela. Él aseguró que fueron retenidos, torturados, arrojados a un ramal del Estero Salado y baleados. Dijo que se protegió con uno de los cuerpos de los ahora desaparecidos.

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Tras conocer la nueva sentencia por desaparición forzada, que implica 26 años de prisión para cuatro expolicías, María Dolores Guerra, viuda de uno de las tres personas desaparecidas, indicó a periodistas que "hoy brilla una parte de la Justicia al menos". "Pero esa parte brillará más cuando yo encuentre el cuerpo de mi esposo, lo entierre y pueda decir que me siento bien emocionalmente", advirtió.

Guerra recordó que el Estado aún tiene la obligación de buscar y ubicar los restos de su esposo, y -dijo- que la lucha que ha llevado en estos veintiún años "nunca ha sido una sed de venganza, siempre fue una sed de justicia".

"Hoy se ha reconocido que esa lucha que inicié el 19 de noviembre de 2003, siendo una joven de 22 años y corriendo con un niño de 5 años en brazos. Lo que denuncié ese mismo día es la verdad: que lo mataron, que lo desaparecieron y que existen todavía personas vinculadas a este delito que no están, entre ellos el mayor González que lideró el operativo y está prófugo", apostilló.

De su lado, el abogado Iván Durazno, abogado de Marcos Villacrés, uno de los cuatro condenados, manifestó su profunda disconformidad con la sentencia y expresó su confianza en que podrá ser revertida con un recurso de casación o en la Corte Constitucional.

"En casación nos bajamos esta sentencia, porque toda la sociedad ecuatoriana no va a estar de acuerdo en que la Policía Nacional, la sociedad y el Estado tenga que pagar las consecuencias de una banda delincuencial", indicó Durazno, quien calificó el fallo como "rezagos del socialismo y el neoconstitucionalismo, rezagos de una sentencia de derechos humanos entre comillas".

"Por fin tiene que acabarse este tipo de sentencias. No hay principio de legalidad. Se juzga con delitos posteriores a los hechos. Ya fueron juzgados y se dice que el sobreseimiento es aparente. Es real, fueron sobreseídos", concluyó el letrado, para quien la audiencia "más parecía una audiencia de derechos humanos al típico estilo socialista y comunista de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).