10 ago 2024 , 12:50

Una madre denuncia cómo el consumo de droga arruina la vida de los jóvenes, y que la adicción los lleva al mundo criminal

Una madre de familia narró a Televistazo que su hijo empezó a consumir droga desde los 11 años en el colegio, y que pese a lo cambió de unidad educativa e intentó ayudarlo para que salga de esa adicción, él seguía escapándose.

   

La vida de una madre de familia, que vive en el distrito Nuevo Prosperina de Guayaquil, cambió para siempre cuando se enteró por medio de profesores que su hijo de 11 años consumía drogas cuando iba a estudiar.

"Las maestras me llamaban, me indicaban, pues que él ya llegaba al colegio drogado, que ya estaban afuera gente que lo esperaba, para que él comenzara a expender también", dijo a Televistazo.

No le tocó otra opción que cambiarlo de unidad educativa, pero su hijo no quería recibir ayuda para superar su adicción. Dijo que sintió tanta desesperación, que hasta recurrió a recluirlo forzosamente.

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"Lo mantuve en casa, por un tiempo lo encadené. Le apliqué los sueros, la medicación pero, de un momento a otro, se me escapó", recordó.

La mujer comentó afligida que este problema siempre lo tuvo que enfrentar sola, porque tras separarse del padre del adolescente, nunca recibió ayuda de él.

"No tenía trabajo, no tenía dinero, no tenía mayor cosa, porque lo poco que me quedaba, él se lo llevaba para poderlo consumir", narró. Manifestó su tristeza en haber tenido que buscar a su hijo en horas de la madrugada en lugares peligrosos, y que le dolía que él no reconocía su esfuerzos para que él se encuentre mejor.

"Me daban las dos, las tres de la mañana buscándolo de saber donde él estaba, pero él no quería entender, porque él decía que su papá no existía, que su mamá lo dejaba solo, pero yo le decía que me entendiera, que yo lo dejaba solo era por cuestión de darle de comer, de educarlo", dijo. La madre expresó su angustia y desesperación.

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"No sé si el día de mañana me vayan a tocar la puerta de mi casa y me digan 'su hijo está tirado en la calle con una sobredosis o lo mataron afuera'", dijo.

La madre se apena que esta situación de la adicción se haya normalizado en varias familias, y que incluso les parecen bien, porque sus niños, algunos desde los 12 años, ganan dinero con la venta de drogas.

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"La mafia, la maldad existe y lo que sobreabunda ahorita es el temor, el temor del que muchas madres no quieren hablar; otras viven ya ese mundo porque le le parece bien el dinero, y no tan solo muchas veces vender la droga, sino que hacer lo malo: delinquir, asaltar, treparse a un bus. Para ella ya eso es algo natural", contó.

"Ni cuenta me di cuándo el vicio me atrapó"

Otro joven consumidor de drogas contó a este medio que fuma desde los 14 años y que trabaja en cualquier cosa para financiar su adicción.

"No he robado, no me llevo nada de mi casa. Me pagan USD 15, me consumo esos USD 15, y a la final por ahí refilo (mendigar dinero) o pido por ahí", relató.

Confesó que si "sigue en esta vaina" puede morirse al estar en la calle. "Si no es un tiro, es otro drogo que se ´psicosea' y me mete una puñalada", reflexionó.

Esta fue la quinta entrega del especial de Televistazo "Niños destruidos por la mafia". A continuación puede ver el resto de capítulos:

1. El desgarrador testimonio de una madre sobre su hijo criminal en Guayaquil

2. Una dirigente barrial relató cómo Nueva Prosperina está segmentada por las mafias, integradas por menores de edad

3. Un profesor que trabaja en Nueva Prosperina reveló cómo los menores son reclutados por bandas dentro de colegios

4. Los integrantes de bandas se ganan sus tatuajes con asesinatos, confiesan adolescentes marcados por el crimen

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