La fiebre de los capibaras se toma las calles, plazas y parques de Quito

Faltan siete días para la Navidad y las figuras de los capibaras, en forma de bolsos, peluches, mochilas y muñecos, se venden por cientos en las calles, avenidas, parques y plazas de Quito. Niños y adultos los adquieren para obsequiarlos a sus seres queridos y se unen a la fiebre de este animal que se caracteriza por su naturaleza tranquila y apariencia entrañable.

Su cuerpo es robusto y redondo, en forma de barril. Su cabeza es grande y tienen el hocico prolongado. La gente opina que su rostro es muy tierno y siempre provoca abrazarlo. La capibaramanía tomó fuerza cuando comenzó a viralizarse en Instagram, TikTok y YouTube con videos y fotos que muestra al animal en situaciones cotidianas, resaltando su serenidad y sociabilidad.

En Quito, la gente compra los capibaras a diferentes precios. Los más pequeños valen un dólar y son fabricados con espuma flex y gamuza. Algunos llevan puesto un sombrero de papá Noel, otros llevan gafas o un pequeño lazo amarrado en las orejas. "Voy a comprar tres para mis nietas en esta Navidad. Es un animal muy manso y tierno", manifestó Marcela Loaiza a Ecuavisa.com.

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En algunos locales los venden al por mayor. Por ejemplo, la docena cuesta USD 5,40 y los 100 muñecos tienen un valor de USD 35. "La gente está muy entusiasmada porque hay diferentes modelos. Hay muñecos que pueden voler la cola. Les llena de alegría porque están de moda", contó Josselyn Tene, quien atiende en un local ubicado en las calles Chile e Imbabura.

Cada mochila de capibaras cuenta USD 15 y al por mayor se vende en 10 dólares. "Quiero unos para mis sobrinas. También me gustaría iniciar este emprendimiento para la epoca navideña", dijo María Gualán, quien vive en el tradicional barrio de San Roque.

Otros comerciantes los elaboran en sus casas y luego los venden en las calles más transitadas del Casco Colonial. Richard Martínez expendió 30 figuras ayer y 20 el pasado lunes. En el último fin de semana logró comercializar 100 capibaras. "Estamos en una fiebre masiva y tenemos que aprovechar".

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Los niños de los centros educativos también lo piden. Yadira Arias visitó el Casco Colonial para averiguar los precios, al por mayor, de los capibaras que serán entregados a los estudiantes de primaria, en el agasajo navideño, de la escuela Patronato Nacional de Niños en Conocoto.

Buscaba mochilas y bolsos para las chicas. "Los he encontrado a precios muy módicos en el CC Granada", expresó. Otras personas recodaron las modas de los patos amarillos que también se tomaron las calles de Quito y Guayaquil, en agosto del año pasado.

En Ecuador, los patos empezaron a lucirse para las fiestas julianas. Los vendedores ambulantes comercializaron el accesorio al precio de un dólar aproximadamente.

La moda trascendió las fronteras provinciales, pues luego de popularizarse en Guayaquil, los patos amarillos eran cada vez más comunes en Quito y otras partes del país.

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