Alfredo Adum Ziadé, exministro de Energía de Bucaram, falleció este 24 de noviembre

El político guayaquileño de origen libanés, Alfredo Adum Ziadé, falleció la mañana de este viernes 24 de noviembre tras batallar con un cáncer a los 71 años.

El abogado y también empresario fue una figura pública recordada por ser parte del gobierno de Abdalá Bucaram en 1996, ocupando el cargo de ministro de Energía y Minas.

Sin embargo, ya había ocupado cargos públicos cuando ganó las elecciones de 1984 para la Prefectura del Guayas. Ese mismo año, Bucaram también fue electo alcalde de Guayaquil.

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Durante las décadas posteriores se mantuvo en la política junto a su amigo de la infancia, Abdalá Bucaram, a quien apoyó en los momentos de exilio. Por ello fue parte de su partido político, el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), del que fue diputado y uno de sus dirigentes históricos.

Fue dos veces candidato a la Alcaldía de Guayaquil, en 1996 y 2000. La primera la perdió frente al exdirigente del socialcristianismo León Febres-Cordero y en la segunda ocasión fue derrotado por Jaime Nebot, actual líder del Partido Social Cristiano (PSC).

En el ámbito personal, Adum Ziadé, nacido el 20 de febrero de 1952, dividió su educación entre Ecuador y Estados Unidos, pero regresó al país para estudiar leyes en la Universidad Católica de Guayaquil.

Sin embargo, se destacó como importador de varios productos que comercializó durante sus primeros años de juventud, consiguiendo los primeros ingresos económicos que posteriormente le sirvieron para incursionar en la producción de camarón y en la industria inmobiliaria.

En la política se lo reconoció como una persona polémica, y durante su corto paso como ministro recibió acusaciones por actos violentos, incluso se lo recuerda por haber llamado a pelear a un empleado de la cartera de Estado que lideraba, pero adicionalmente hubo varios casos en los que amenazó con armas de fuego y golpeó a otros funcionarios siendo parte del gabinete gubernamental.

También tuvo inconvenientes con la prensa. Amenazó y gritó a periodistas que lo buscaban para contrastar sus actos violentos y de corrupción que se denunciaban en el Ministerio.

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Pero los líos no terminaron ahí, ya que también se enfrentó a dirigentes políticos, diputados y hasta la vicepresidenta de su gobierno, Rosalía Arteaga.

A igual que el presidente Bucaram, no terminó su periodo, pues renunció el mismo día que fue destituido Abdalá, quien le aceptó la renuncia, tras varias acusaciones y un intento de juicio en el Congreso Nacional, donde fue acusado de alterar precios del crudo y renegociar contratos con empresas petroleras. Acusaciones que se mantuvieron y otras que se sumaron, incluso después de ser funcionario.

No dejó la política y para las elecciones seccionales de 2019 participó como candidato a la Prefectura del Guayas, pero no ganó.

En 2020 se lo vinculó en un proceso por el delito de fraude procesal en el intento de fuga de Daniel Salcedo Bonilla, principal implicado en la corrupción en hospitales públicos durante la pandemia por covid 19 en Ecuador. La avioneta en la que viajaba Salcedo, para escapar de la justicia, pertenecía a Alfredo Adum.