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Un perro valiente es imprescindible en operativos de búsqueda y rescate en Pastaza
Está entrenado en montañismo y saltos en ríos de alta peligrosidad. Te contamos más de su destreza.
Max, es un intrépido pastor alemán, de tres años de edad, que se ha convertido en un miembro esencial del Cuerpo de Bomberos del cantón Mera, en Pastaza.
Desde su llegada, cuando apenas tenía seis meses, el cuartel se transformó en su hogar y los ocho agentes en su familia.
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En su pechera luce los escudos de los tres cursos de entrenamiento que ha completado exitosamente.
Dos años de rigurosa capacitación han forjado en Max la destreza de moverse con agilidad en la selva, cruzar esteros e incluso realizar rápel, una maniobra de descenso rápido por cuerda, que hace bajo la dirección de su tutor y respaldado por un equipo de seguridad.
“Cuando nosotros viajamos y tenemos estas situaciones que debemos bajar por cuerdas, si no lo bajamos con seguridad se puede caer, lesionarse o perderse”, dice Patricio flores, miembro del Cuerpo de Bomberos de Mera.
En situaciones desafiantes, Max no teme a las alturas; cruza quebradas de hasta 20 metros con cuerdas aseguradas a árboles.
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Su destreza en actividades acuáticas lo posiciona como un activo en operativos de búsqueda y rescate en los ríos amazónicos, de alta peligrosidad.
Su técnica consiste en identificar a la víctima, nadar directamente hacia ella, dar aviso de su presencia con un leve toque de su nariz y permitirle sujetarse de su collar para trasladarla a la orilla.
En sólo 30 segundos, puede cruzar un trayecto de 80 metros, siguiendo la fuerza de la corriente, observando la orilla y desplazándose con habilidad y seguridad.
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Hasta ahora, Max ha recuperado tres cuerpos de personas que habían desaparecido en el río Pastaza.
“Max nos ha acompañado a unos nueve operativos, nos empezó a ver como debía sentarse cuando habían rápidos o remolinos, él sabe dónde ubicarse para no estorbar a los que remamos”, explica Christopher Reino, tutor de Max.
Más que un perro rescatista, se ha convertido en el amigo que eleva el ánimo del personal en situaciones adversas brindando apoyo emocional, dice William Matamoros del equipo de rescate de Mera.
“Emocionalmente nos apoya, hay momentos de tristeza por no encontrar resultados, hasta en los problemas personales está ahí, nos ladra pero de la emoción”.
Este año Max participará en un curso de operaciones de búsqueda y rescate de restos óseos para así seguir fortaleciendo las capacidades de atención de este grupo de emergencia.
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