Los casos de maltrato animal no cesan en Quito; conozca las sanciones que enfrentan los propietarios

Durante las primeras semanas de febrero, tres casos graves de maltrato animal se han denunciado en la capital. La Unidad de Bienestar Animal (UBA) del Municipio de Quito se encarga de ellos y sanciona a los propietarios, según el nivel de la infracción, pero ninguna de las multas parece ser suficiente para evitar los casos.

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¿Qué ocurre con los animales de compañía en la capital? Se lo contamos.

La mañana del 22 de febrero, personal de la Unidad de Bienestar Animal de Quito llegó hasta Solanda, en el sur de la capital, tras recibir una alerta ciudadana.

Se trataba de Jacko, un perro de raza similar a un pastor alemán, que se encontraba con un delicado estado de salud. Debido a la gravedad, el animal no podía levantarse para comer, tomar agua o hacer sus necesidades fisiológicas. Su dueño se negaba a llevarlo a un veterinario.

Durante la inspección, el personal que atendió la emergencia recibió agresiones y amenazas. Sin embargo, lograron retirar al perro de la vivienda y trasladarlo a una clínica veterinaria para que reciba la atención que requiere.

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Con los informes levantados tanto por la Agencia Metropolitana de Control, como por la Unidad de Bienestar Animal, se emitirá una multa al cuidador del can.

En el barrio Divino Niño, en el sur de Quito, dos perros que permanecían encadenados fueron liberados por miembros de la Unidad de Bienestar Animal. Según su reporte, los canes no tenían acceso a agua o comida.

El reporte de la UBA detalló que los animales estaban destinados a cuidar a los cerdos y aves de corral que una mujer mantenía en un contenedor, en condiciones insalubres. El hecho se comprobó también por personal de la AMC, que llegó hasta el sitio para levantar sanciones.

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Vecinos del sector comentaron que no se trataba de las mascotas de la mujer, sino que ella acostumbraba a atrapar perros de la calle para que sirvieran como cuidadores. Los mantenía amarrados hasta que enflaquecían por completo, pues no los alimentaba con regularidad, luego los soltaba para que se fueran y atrapaba a otros canes.

Los funcionarios retiraron a los perros de esa propiedad y los trasladaron a un refugio donde reciben atención veterinaria especializada

También en el barrio Divino Niño, se registró el abuso sexual y otras agresiones a Commu, un perrito comunitario.

La mañana del lunes, 5 de febrero del 2024, alrededor de las 11:40, varios vecinos vieron al can recorrer el trayecto de todos los días, desde Músculos y Rieles hacia el Divino Niño.​​​​ Esta vez, algo estaba mal. Tenía una herida visible: su ceja sangraba, pero esto no era lo más grave, el can también presentaba con un desgarrado anal.

Commu, visiblemente adolorido, se dirigió a los locales donde usualmente recibía comida. Al notar su estado, sus amigos humanos buscaron ayuda y, alrededor de las 13:00, Gabriela y Patricia, miembros de la fundación Patitas felices, llegaron para socorrerlo.

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La fundación Lanitas al Rescate les brindó un espacio en una de las clínicas especializadas para atenderlo. Commu tuvo que pasar por revisiones, exámenes y dos cirugías para estabilizarse. Una de ellas fue una reconstrucción de ano y la otra fue en su ceja. Se presume que el golpe que recibió fue para dejarlo inconsciente y cometer el delito.

Actualmente, existen tres niveles de infracciones que se penalizan con una sanción económica. El primero, de carácter leve, corresponde a una multa de USD 135 cuando el propietario permita que la mascota (perros o gatos), deambule sin collar ni identificación.

Además, cuando no se recoja los excrementos de la vía pública, no se cumpla con las vacunas y desparasitación y cuando permanezcan aislados, evitando que socialicen con otros animales.

Las infracciones graves se sancionan con una multa de USD 450. Esta se aplica cuando no se ha cumplido con la esterilización del animal, causa molestia a los vecinos por ruidos o malos olores, se deja a la mascota encerrada en un vehículo sin ventilación. También cuando se utiliza a animales de compañía para la venta en espacios públicos y cuando no se busca atención veterinaria, preventiva o curativa.

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Finalmente, las infracciones muy graves tienen una multa de USD 4 500, que se aplican en los siguientes casos: