Chimborazo, Tungurahua, Pichincha e Imbabura presentan mayor tensión.
Bloqueos en las carreteras, choques entre manifestantes y la policía, principalmente lavía Panamericana, y saqueos se registraron la mañana de este lunes 7 de octubre en el centro- norte del país. En ciudades como Quito se registran obstrucciones en algunas avenidas; mientras que, en Guayaquil, los taxistas también obstaculizaron calles del centro de la urbe por varias horas. Esta situación se mantiene en rechazo a la elevación del precio del combustible.
El jueves pasado, los transportistas declararon una huelga de actividades. Posteriormente se unieron grupos de estudiantes y finalmente los indígenas, quienes fueron invitados el domingo por el presidente Lenín Moreno al diálogo. El mandatario advirtió que no dará marcha atrás a las medidas decretadas, que buscan solucionar graves deficiencias en la caja fiscal, que destinaba 1.300 millones de dólares para subsidiar combustibles.
La ministra de Gobierno, María Paula Romo, confirmó 477 detenidos por obstaculizar el tránsito, suspender servicios públicos y agredir a la policía.
Sin embargo, el ambiente de tensión no cesa. Unos 180 manifestantes forzaron el lunes la seguridad de las bodegas de una empresa láctea en la población de Lasso, unos 60 kilómetros al sur de la capital, y robaron productos tras agredir a los empleados.Las pérdidas aún no han sido cuantificadas.
El gobierno dijo al respecto en un comunicado: “rechazamos la agresión y el saqueo, y todo acto que ponga en riesgo vidas humanas y bienes públicos y privados. Además, expresó su preocupación por el descontrol en la expresión política de organizaciones sociales” y responsabilizó a la dirigencia por “estos actos de vandalismo y delincuencia”.
Los obstáculos en las vialidades, principalmente árboles derribados, llantas quemadas y montículos de tierra, se registran en cuatro provincias: Chimborazo y Tungurahua, al centro andino, y Pichincha e Imbabura, hacia el norte. También se ha dado cuenta de enfrentamientos con piedras con la policía y con hostigamiento a la prensa.
También, 10 florícolas ubicadas en el norte del cantón Latacunga fueron blanco de saqueos. Incluso, un grupo de personas pinchó las llantas de 4 vehículos que trasnportaban brócoli.
La situación ocasionó que las clases fueran suspendidas en la región andina, pero en el resto del país la actividad es normal.
Los indígenas de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE), la mayor de su tipo, afirmó que las protestas se desarrollarán por tiempo indefinido: “hasta este momento estamos movilizados en cada uno de nuestros territorios pero, muy pronto, se movilizarán todos los pueblos a nivel nacional hacia el punto principal que es llegar a Quito”, afirmó Jaime Vargas, presidente de la (COANIE).
Los indígenas exigen la derogatoria del decreto que permite la sustancial elevación del precio de los combustibles que pasaron de 1.85 dólares el galón de extra, la más consumida, a 2.39 dólares, mientras que el diésel pasó de 1.03 el galón, a 2.30 dólares.
Para hacer frente a la situación, el gobierno decretó un estado de excepción, que tiene vigor de 60 días en todo el territorio nacional, lo que restringe derechos ciudadanos y faculta al Estado a requisiciones si es del caso.
Además, autorizó la elevación del precio del pasaje urbano entre 5 y 10 centavos, lo cual no impidió que los autobuses dejen nuevamente sin servicio a miles de ciudadanos que se vieron obligados a caminar o utilizar precarias formas de transporte.
Moreno, que asumió la presidencia en mayo de 2017 y debe gobernar hasta 2021, anunció además un paquete de reformas tributarias que crea nuevas contribuciones para grandes empresas y elimina o reduce otros impuestos, además de reformas laborales como contratos de empleo para quienes emprendan un negocio o contratos a plazo para estimular la economía.
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