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Por ahora se mantiene la alerta amarilla por parte de la Secretaría de Gestión de Riesgos en 143 cantones de 17 provincias, pero ¿ya están listas esas localidades para responder a la emergencia?
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Varias zonas del país quedarían anegadas con las intensas lluvias que se presentarían ante la llegada del fenómeno de El Niño.( )
Empezó como una fuerte posibilidad y apenas se hacía sentir el invierno. Pero llegado el 15 de mayo, y con las lluvias a mil, Ecuador terminó declarando la alerta amarilla ante la posible llegada del Fenómeno de El Niño al país.
El anuncio lo hizo la Secretaría de Gestión de Riesgo (SGR) mediante un comunicado en donde se aseguraba que la alerta se focalizaba en al menos 17 provincias donde se prevé afectaciones significativas.
Desde entonces, autoridades, científicos y otros especialistas relacionados al tema, aseguran que la amenaza debería llegar a partir del segundo semestre del año.
Y al parecer, los cálculos actuales confirman la tesis, ya que este martes 5 de septiembre, el Comité Ecuatoriano sobre el Estudio de El Niño (Erfen) anunció que la observación que mantiene sobre las condiciones del océano Pacífico, persisten en mantener una tendencia de alta temperatura en el mar, con lo cual se pueda declarar la presencia de ese fenómeno natural en el país "en las próximas semanas".
El comité de expertos indicó que, de acuerdo a un índice sobre el fenómeno de El Niño en Ecuador, "se mantiene el estado de observación y se mantiene la declaratoria de alerta amarilla (de prevención) por parte de la Secretaría de Gestión de Riesgos".
En el informe, el Comité Nacional Erfen precisó que el pasado 28 de agosto "se registró un primer nivel dentro del rango de El Niño Activo" en el país.
"Si la tendencia de la temperatura superficial del mar en el Pacífico Central continúa, se considera realizar la declaratoria oficial de El Niño en Ecuador en las siguientes semanas".
Para el investigador Franklin Ormaza González, PhD de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), el escenario está dado, pero se mantiene en que no debemos apresurarnos a pensar en que las lluvias o los cambios climáticos llegaran ya, “el anuncio no implica que habrá afectaciones inmediatas a causa de lluvias”, menciona.
Ormaza añade que los investigadores de la Espol que integran el Comité de Monitoreo del Fenómeno, explican que hay que precisar que El Niño está en un rango activo, pero aclaran que aún no llegará a las costas ecuatorianas debido a la distancia que deben recorrer las ondas térmicas.
Por lo tanto, los efectos empezarían a sentirse en diciembre de este año, porque desde el área donde hay mayor calor en el océano, hasta el borde costero de Ecuador, hay alrededor de 8 mil kilómetros de distancia. Y ese recorrido de la corriente que ocasiona las lluvias toma de ocho a 12 semanas.
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De su parte, el Instituto Oceanográfico de la Armada considera que hay que hacer la declaratoria oficial del fenómeno de El Niño en Ecuador debido a que el mar sigue caliente y reúne las condiciones para la presencia del temporal.
Aunque no especifican una fecha, han dicho que la decisión se tomará en las próximas semanas.
La SGR manifestó que darse la emergencia, estarían habilitados 952 albergues temporales para atender a los posibles damnificados.
La autoridad asegura que solo el 85% de los Municipios tienen listos planes de contingencia, por ello sugieren que desde casa, sobre todo en sectores altamente vulnerables, se preparen con mucha anticipación.
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¿Qué se debe hacer ante la posible llegada de El Niño?
Según Franklin Ormaza, el síntoma más claro en Ecuador de que El Niño está presente, será cuando aparezcan las lluvias, y habla de lluvias en grandes cantidades, mucho más que en el invierno que acaba de pasar y que ya dejó cientos de damnificados, pérdidas económicas y destrucción en varias provincias.
"Hay que multiplicarlo por dos y hasta por tres, dependiendo de la intensidad, con respecto a las lluvias, para imaginar el impacto. Lo que significa que vendrán enfermedades, problemas de alimentación, problemas de vías, etcétera".
Y habla de preparación. El experto dice que no podemos estar sujetos de lo que debe hacer el Estado, que, por supuesto, tiene la responsabilidad sobre la mayoría de acciones que se deben tomar, pero también hay mucho que hacer desde nuestra parte.
Tapar techos en viviendas donde ya se han evidenciado goteras, revisar paredes para impermeabilizar, limpiar desagües y cañerías en las viviendas y barrios. Ormaza dice que esto, aunque debe empezar en casa, se debe expandir a la comunidad en general entre vecinos, familia, amigos, “apoyarse todos”, puntualiza.
Otra de las recomendaciones es abastecerse de algunos alimentos no perecederos, medicinas, armar un botiquín de primeros auxilios, colocar toldos en las habitaciones para evitar picadas de mosquitos que permitan la prevención ante la posibles transmisión de enfermedades como dengue u otras.
Es importante informar que ante las inundaciones, es necesario intentar no tener contacto con las aguas estancadas, debido a la contaminación por los deficientes sistemas de alcantarillado que existen en casi todos los cantones del país.
Y sobre el agua, los expertos recomiendan abastecerse con anticipación del líquido, incluso mantener agua hervida en recipientes, porque la potabilización se puede complicar con los excesos de lluvia y la contaminación de los ríos que suelen salirse de su cauce.
Finalmente, otro de los detalles importantes a tener en cuenta, es considerar que la dieta de los ecuatorianos va a verse afectada y podría cambiar drásticamente. Habrá escasez de alimentos y aumento significativo en el costo de otros.
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