Locales y hoteles de eventos exigen factura donde se compruebe la procedencia de las bebidas alcohólicas.
Tania Murillo trabaja en un local de alquiler de locales para fiestas, donde ofrece casi todo lo que alguien pueda necesitar para una reunión social, excepto el licor, porque eso lo pone el cliente. "Nosotros exigimos que ellos traigan el recibo de lo que ha comprado, cuánto ha costado, etc. Si no nos traen, no podemos hacer el evento".
Tania está cumpliendo con una disposición del Servicio Nacional de Aduanas (Senae), dirigida a combatir el contrabando de licores que obliga al propietario o administrador de un establecimiento a exigir un documento que pruebe la procedencia del licor. "Desde el momento que adquiero el trago, soy responsable de lo que tengo, y al momento de entregarlo al hotel, este, al asumir la tenencia de esas mercancías, si recibe alguna que no cumple con todas las normativas, en este caso los licores, se enmarcan en el delito de receptación".
El director de Operaciones de Aduanas, José Francisco Rodríguez, explica que si no hay un justificativo en la venta del licor, el establecimiento podrá ser clausurado indefinidamente. De hecho, durante las últimas semanas se han clausurado 28 establecimientos por ese motivo. Los operativos se realizan a nivel nacional, y pueden darse en licoreras, hoteles, restaurantes, bares, entre otros.
Giovanni Veloz administra otro sitio de alquiler de locales para fiestas, él está de acuerdo con pedir a sus clientes los comprobantes sobre la procedencia de licor, es más, lo considera necesario.
Y aunque estas regulaciones tienen que ver con los licores, la Senae dice que está endureciendo controles y pidiendo facturas en todos los ámbitos y con todo tipo de mercancías, con el objetivo de reducir la circulación de artículos de contrabando en el mercado local.
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