Cuenca: la reciente lluvia no es suficiente para estabilizar el caudal de los principales ríos

La fuerte lluvia que se registró en Cuenca la tarde del domingo, 5 de noviembre, permitió que el río Tomebamba recuperara su caudal, al menos de forma momentánea. Pasó de 0,28 metros cúbicos por segundo (m3/s) a 9,29 metros, según reportó la Empresa Pública Municipal de Telecomunicaciones, Agua Potable, Saneamiento y Gestión Ambiental (Etapa EP).

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El evento, sin embargo, no puso fin a la sequía hidrológica; Cuenca aún registra falta de agua en sus reservas. La situación afecta tanto al aprovisionamiento de agua potable, como a la generación de luz. El río Tomebamba, específicamente, es uno de los afluentes del río Paute, donde se asienta una de las centrales hidroeléctricas más importantes del país.

Datos de la Red Hidrometeorológica de Etapa detallaron que, hasta la mañana del 6 de noviembre, los cuatro ríos principales de Cuenca mantienen un caudal bajo.

Tras la lluvia, el Tomebamba mantiene 2,10 m3/s; el Yanuncay pasó de 1,44 m3/s el 5 de noviembre a 1,80 m3/s después de la lluvia; el Tarqui redujo su caudal de 2,80 m3/s a 1,90 m3/s este lunes, mientras que el Machángara incrementó su caudal de 3,48 m3/s a 3,95 m3/s.

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El pronóstico del clima brinda esperanza a las autoridades, pues se espera que lluvias de variable intensidad ocurran durante esta semana. Etapa anunció un 50% de probabilidad de precipitaciones para este lunes.

A ello se suma lo previsto por el Inamhi. A partir de las 13:00 del 6 de noviembre, podrían registrarse lluvias con tormentas en la Sierra, así como en el norte y el interior del Litoral.

Con el racionamiento de energía y si siguen las lluvias, sobre todo en la cuenca del río Coca, las autoridades esperan recuperar capacidad de generación. En la central Coca Codo Sinclair, en las últimas horas el caudal de ese río aumentó de 125 metros cúbicos por segundo a 179.

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En el caso de las hidroeléctricas que son alimentadas por el río Paute, la situación no mejora y continúa en estado crítico. En la última semana, los niveles de los reservorios de las centrales Paute y Mazar se mantuvieron en los mínimos de operación.