04 ago 2024 , 15:19

Una ballena jorobada muerta apareció en una playa de Santa Elena

Este es el segundo caso, en lo que va del año, de una ballena varada. El primero se registró en la playa de Ballenita semanas atrás.

   

Una ballena jorobada apareció varada en la playa de Monteverde, en el norte de la provincia de Santa Elena, la madrugada del 4 de agosto. Los moradores presumen que el animal ya estaba muerto, pues se encontraba en estado de descomposición.

En redes sociales compartieron las imágenes del animal que medía cerca de nueve metros. Numerosos habitantes y turistas llegaron hasta el sitio para ver de cerca al cetáceo.

Este es el segundo caso, en lo que va del año, de una ballena varada. El primero se registró en la playa de Ballenita semanas atrás.

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No se trata de un evento común, pero podría relacionarse con la temporada de apareamiento, que hace que cientos de ejemplares lleguen hasta las cosas ecuatorianas.

Temporada de avistamiento de ballenas jorobadas

Entre junio y octubre, los ecuatorianos pueden disfrutar del avistamiento de ballenas jorobadas en varias nuestras playas.

Vienen desde la Antártida en busca de corrientes de agua caliente para aparearse o dar a luz, llegan tras haber recorrido unos 7 000 kilómetros. Las jorobadas nadan lentamente 30 kilómetros por hora y en áreas de reproducción unos 15 kilómetros.

En Manabí, Santa Elena, Esmeraldas y El Oro los turistas podrán observar la quinta especie de ballena más grande del planeta, miden hasta 16 metros y pesan hasta 30 toneladas, sus aletas alcanzan cinco metros. Las ballenas macho son las que cantan para atraer a sus parejas o comunicarse con otras manadas.

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Para observarlas hay reglas:

  • Las embarcaciones deben estar a una distancia de 100 metros de los animales
  • No puede haber más de tres embarcaciones en un grupo de ballenas
  • No se puede lanzar desperdicios al mar
  • No se puede bucear
  • Cerca de 80 policías turísticos se han activado en las zonas turísticas para resguardar la seguridad de los visitantes. El turismo de observación de ballenas genera ingresos por alrededor de USD 20 millones cada año.

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