Celec y Tyazmash firmaron un acta para garantizar la continuidad de los trabajos en Toachi Pilatón

La central hidroeléctrica Toachi Pilatón está en su última etapa de construcción y su operación podría comenzar a inicios del próximo año, según lo previsto por el Gobierno actual. Para evitar cambios y más retrasos, la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) y la empresa rusa Tyazmash, que instala los equipos electromecánicos, firmaron un acuerdo.

Este 16 de septiembre, la empresa estatal informó que, mediante su unidad de negocio Hidrotoapi, suscribió un acta de acuerdo parcial "para garantizar la conclusión de la construcción del proyecto hidroeléctrico Toachi Pilatón".

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De esta forma, se garantiza la continuidad de los trabajos de montaje electromecánico y se acelerarán las labores restantes para que la central Alluriquín, de 204 MW, esté en funcionamiento en el menor tiempo posible. Celec señaló que todo el complejo hidroeléctrico Toachi Pilatón generará 254 MW.

En mayo de 2024, el Ministerio de Energía anunció que la obra entraría en funcionamiento en los primeros cuatro meses de 2025, luego de diálogos para salvar el proyecto. Tyazmash estuvo a punto de abandonarlo y, para no hacerlo, pidió una ampliación de su contrato y un pago adicional, condiciones que se negociaron y, finalmente, se aprobaron.

Toachi Pilatón es la única hidroeléctrica que entrará en funcionamiento el próximo año, cuando haya cumplido 17 años de construcción. Acabará costando más de USD 1 000 millones, pese a que en el 2007 Odebrecht empezó su construcción con un presupuesto de USD 366 millones.

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Actualmente, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército realiza trabajos esenciales antes de que la Casa de Máquinas Alluriquín empiece a entregar 204 megavatios.

El primero es la reparación del túnel de presión de seis kilómetros desde la represa hasta la casa de máquinas. El segundo trabajo empezará en los próximos días cuando el túnel de desvío del Toachi esté seco. Será inspeccionado y una vez que esté en condiciones será sellado.

Solo en ese momento, las compuertas de la represa se cerrarán y el agua empezará a acumularse. No será un proceso inmediato. El embalse subirá un metro por día para comprobar la estabilidad de los taludes, la presión sobre la presa y su impermeabilidad.

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El embalse, que tendrá tres kilómetros de extensión y acumulará ocho millones de metros cúbicos de agua, se llenará en 70 días. Solo cuando el embalse esté lleno y todos los equipos listos para funcionar empezarán las pruebas de las tres turbinas de la casa de máquinas Alluriquín.