La mayor parte de la infraestructura del ferrocarril ecuatoriano está lista para operar

Ahora entre quienes vivieron toda su vida cerca al sonido, al vapor y al retumbar de su paso, queda la nostalgia. Sergui Luna es uno de los jubilados de la empresa, cuando se le pregunta si estaría dispuesto a subirse a una locomotora, prenderla y brindar servicio, no duda en dar un rotundo sí. Incluso afirma que entre exferroviarios se han puesto de acuerdo para impulsar el funcionamiento de la empresa.

Está seguro que el error de la empresa fue haberse enfocado solo en el turismo de lujo, al que no podían acceder sino pocos ecuatorianos

Mientras se piensa en cómo será la nueva empresa, técnicos especializados dan mantenimiento a las máquinas, vagones autoferros y sobre todo a las siete locomotoras a vapor que están en Quito, Riobamba y Durán y que son consideradas las joyas del ferrocarril ecuatoriano.

Todas están en buenas condiciones, así como la mayoría de los tramos de la vía y de las estaciones.

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