En la frontera entre México y Estados Unidos, las autoridades identificaron cuatro organizaciones criminales que amenazan la vida de los migrantes

En México, el crimen organizado espía con drones a las autoridades estadounidenses durante el paso ilegal de los migrantes. Allí, los carteles libran una guerra por el control de las rutas del tráfico humano.

Mujeres, niños y familias enteras sufren violaciones, secuestros y extorsión, así lo confirman migrantes de Ecuador.

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En algunos casos los migrantes esperan hasta diez meses para iniciar su ruta en grupo y cruzar a territorio estadounidense. Se refugian en carpas instaladas en terrenos baldíos muy cercanos a la frontera.

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Ahí las condiciones de inseguridad e insalubridad son críticas. Quienes más sufren son los niños que soportan altas temperaturas, lo que les provoca deshidratación y lesiones en su piel.

Tampoco se alimentan bien porque dependen de donaciones entregadas por organizaciones religiosas, otros permanecen en refugios temporales y en el peor de los casos son secuestrados por los carteles mexicanos en casas de explotación.

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José tiene 37 años y llegó a ese territorio hace un mes. Junto a él se encuentran otros ecuatorianos de Esmeraldas, Guayas, Los Ríos y Azuay, todos se fueron del país por amenazas y extorsiones de grupos de delincuencia organizada.

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En la frontera entre México y Estados Unidos, la Patrulla Fronteriza identifica a cuatro organizaciones: Mara Salvatrucha, de El Salvador, Tren de Aragua, de Venezuela y las pandillas los Sureños y Paisas, ambas de México, que están detrás de los delitos cometidos contra migrantes.

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En lo que va de 2024, Estados Unidos ha detenido en la frontera a 9 800 extranjeros con antecedentes penales, 283 eran miembros de pandillas.

Los carteles reclutan a menores de edad para el tráfico de migrantes y de drogas. Hasta ahora se han incautado 24 toneladas, principalmente cocaína y fentanilo.

Los migrantes que solicitan refugio en Estados Unidos aspiran a tener una cita con un juez de inmigración, utilizando la aplicación CBPONE que creó el Gobierno estadounidense con el fin de garantizar una movilidad humana ordenada.

Esto no es, según las autoridades de la Patrulla Fronteriza, una garantía para quedarse, pues se debe comprobar que su vida está en riesgo y la mayoría de los migrantes consultados por Televistazo reconoció que no colocó una denuncia en la fiscalía ecuatoriana sobre su situación antes de salir del país, una prueba que aquí hubiera ayudado a argumentar su caso.

En días pasados, además, el Gobierno de Joe Biden limitó el número de citas diarias para procesar las solicitudes de refugio. Pese a todo esto, los ecuatorianos se niegan a regresar, no les importa el riesgo de permanecer en zonas de disputa entre carteles.