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Esta nueva ley establecerá además para el cigarrillo electrónico las mismas restricciones de uso que existen para el convencional.
La nueva ley establece las mismas restricciones del tabaco convencional para el electrónico.
El Gobierno francés trabaja en un proyecto de ley que impondrá las cajetillas de tabaco genéricas para todas las marcas y establecerá para el cigarrillo electrónico las mismas restricciones de uso que existen para el convencional, reveló hoy "Le Figaro".
De acuerdo con ese proyecto, que presentará el próximo 17 de junio la ministra de Sanidad, Marisol Touraine, todas las cajetillas tendrán que imprimirse según el mismo modelo definido por su departamento para evitar su distinción, indicó "Le Figaro".
Además de ese formato único, habrán de incorporar imágenes chocantes sobre los efectos deletéreos para la salud y las consiguientes advertencias, en línea con las medidas de la directiva europea contra el tabaco votada el pasado 26 de febrero por el Parlamento Europeo.
La idea de la cajetilla genérica está inspirada en el modelo en vigor en Australia desde diciembre de 2012.
Touraine prevé también que los consumidores puedan agruparse para reclamar a las compañías daños y perjuicios por posibles consecuencias nefastas del consumo de sus productos, un dispositivo temido en particular por los fabricantes de cigarrillos.
La proposición legislativa establecerá también restricciones al uso del cigarrillo electrónico en todos los espacios públicos, equiparándolo a fumar tabaco.
No obstante, no se prohibirá su publicidad (como sí ocurre con los cigarrillos) ni se limitará su comercialización a los estancos.
El presidente del Comité Nacional contra el Tabaquismo (CNCT) Yves Martinet, consideró que si se confirma este proyecto "es una buena noticia" que se amplíen las prohibiciones del cigarrillo electrónico, en primer lugar para los fumadores pasivos porque las pruebas han demostrado que en su sangre también entra nicotina.
Martinet añadió que también es positivo para los fumadores que han dejado el tabaco porque el cigarrillo electrónico para muchos de ellos funciona como "una transferencia de la dependencia" al tabaco que no les permite romper.
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