La crisis económica y la violencia contra las mujeres están en el centro de las meditaciones.
Uno de los principales encargos del papa Francisco para este su segundo Vía Crucis es que los textos que se leerán en cada una de las 14 estaciones fueran redactados por el arzobispo italiano Giancarlo Bregantini.
La crisis económica, la falta de trabajo y la inestabilidad del empleo, el drama de los inmigrantes, la violencia que sufren las mujeres a manos de sus parejas, el trauma de los niños que padecen abusos, el dolor de las madres que han perdido a sus hijos por la guerra, las drogas o el alcohol están en el centro de las meditaciones escritas por monseñor Bregantini, arzobispo de Campobasso-Boiano, Italia.
El Vía Crucis de este Viernes Santo tendrá lugar, como cada año, en el Coliseo de Roma a las 21H15, y estará presidido por el pontífice. Previo a este importante acto, el papa estará presente en la conmemoración de la Pasión de Cristo en la Basílica de San Pedro, con la meditación escrita por el padre Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia.
"Lloremos por esos hombres que descargan sobre las mujeres la violencia", dice una de las meditaciones que, según informa Radio Vaticana, capturan las "dramáticas situaciones que traumatizan a tantos hoy día en el mundo" e invitan a reflexionar sobre las "serias consecuencias" de la crisis, como "la inseguridad en el trabajo, el desempleo, la especulación financiera y la corrupción".
El sufrimiento de Jesús, dijo Bregantini, también recuerda aquel de los reclusos que están en cárceles abarrotadas, afectados por tanta burocracia y un "lento sistema de justicia" y, además, de aquellos que están en prisiones donde todavía se practica la tortura.
Como antesala al Vía Crucis, el papa Francisco ofició la misa de Jueves Santo que rememoró la Última Cena y en la que el pontífice, emulando a Jesús, lavó los pies a doce personas, en esta ocasión discapacitados de la fundación italiana Don Carlo Gnocchi, entre los que se encontraba un musulmán.
Recomendadas