101 personas siguen en manos de Hamás, luego de haber sido secuestradas por los terroristas y llevadas a la Franja de Gaza, hace un año

Centenares de personas fueron arrastradas desde Israel a la Franja de Gaza por los terroristas de Hamás, el 7 de octubre de 2023.

Fueron secuestrados en un festival de música, otros sacados de sus autos, capturados en las calles cuando intentaron huir e incluso raptados en sus casas, cuando hombres armados invadieron las zonas residenciales.

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Una familia fue capturada y su hijo obligado a pedirle a los vecinos que abrieran la puerta, supuestamente a cambio de que les perdonaran la vida. Aún así, los hombres fueron asesinados, las mujeres y niños secuestrados.

Según el Ejército de Israel, 251 personas de 36 nacionalidades, fueron tomadas como rehenes por Hamás ese día.

En Kfar Aza, un pequeño kibutz en la frontera con Gaza, Hamás se llevó a 19 personas, incluida a Doron, una mujer de 30 años.

365 días después, la vivienda está cómo la dejaron los terroristas, todo regado, roto y revuelto.

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Su madre cuenta que hablaba con ella por teléfono cuando hombres armados se metieron por la ventana, las últimas palabras que escuchó fueron: “me están llevando”.

Simona no sabía si su hija había muerto hasta que apareció en un video publicado por Hamás.

Israel desplegó una brutal operación militar en Gaza para su rescate y el del resto de los secuestrados, pero los resultados no son positivos. Gaza está destruida y Hamás aún tiene rehenes.

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Las treguas temporales permitieron la liberación de 105 personas, la mayoría mujeres y niños. Los sobrevivientes cuentan que eran movilizados en Gaza, vestidos como locales o los hacían pasar como cadáveres envueltos en sábanas blancas, pero principalmente los mantenían bajo tierra.

Hamás ha construido un laberinto subterráneo con túneles en varios niveles conocido como el metro de Gaza.

Funciona como otra ciudad por donde circulan desde combatientes y vehículos pesados hasta mercancía para los civiles, sin ser detectados.

El Ejército israelí halló uno de estos túneles en Rafah, en el sur de Gaza. Ahí los terroristas escondieron y asesinaron a seis secuestrados.

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La entrada estaba en una casa, en la habitación de los niños y una compuerta daba paso al túnel de 20 metros de profundidad, conectado a un pasillo subterráneo, bajo y estrecho, de 120 metros de longitud.

Objetos abandonados y sangre en el piso revelan que los rehenes pasaron varios días ahí, sin ventilación ni baño, para luego ser asesinados.

Israel asegura que Hamás aún tiene secuestradas a 101 personas a las que usan como escudos humanos y también como monedas de cambio.

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Las negociaciones para que vuelvan a casa han fracasado, aumentando la frustración entre los familiares que toman las calles de Tel Aviv todos los viernes para exigir nuevas acciones que les devuelvan a sus seres queridos.

Los extremistas palestinos dicen que los liberarán a cambio de un alto al fuego definitivo, la entrada de más ayuda humanitaria y que los soldados israelíes salgan inmediatamente de su territorio, pero Israel se niega, dice que los rescatará por su cuenta y que no saldrá de Gaza hasta destruir completamente a Hamás, dejando cada vez más lejos el fin de la guerra.