Terror en Yaguachi: ¿Cómo se convirtió el pequeño cantón en el nuevo epicentro de la violencia?

En el pequeño cantón de Yaguachi, en la provincia de Guayas, la violencia se ha intensificado en la última semana, pero lo cierto es que no ha parado desde inicios de año. Actualmente, ya acumula 75 muertes violentas, superando así a todos los casos de 2022.

El último crimen ocurrió la noche del 24 de octubre, cuando el concejal de Yaguachi, de ascendencia libanesa, Charbel Rouhana, fue asesinado con tres tiros en la parroquia Virgen de Fátima. El edil fue interceptado por individuos armados abordo de una moto.

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Tan solo cuatro días antes, la noche del sábado, sujetos armados con fusiles y ametralladoras, asesinaron a siete personas y otras tres resultaron heridas. El objetivo era matar a alias Carlitos, hijo de alias La Mole, quien fue asesinado el pasado mes de junio.

Las autoridades han respondido reforzando la presencia policial en el cantón. Freddy González, comandante de la subzona Guayas, explicó que la violencia surge por una razón ya conocida: "La disputa territorial entre grupos delictivos organizados por la venta de sustancias ilícitas".

Los hechos relatados anteriormente son el resultado de varios factores que han contribuido al estado actual de Yaguachi, pero ¿cómo se convirtió este cantón de 73 000 habitantes en el nuevo epicentro de la violencia?

Yaguachi se encuentra en la provincia del Guayas, en la costa oeste del país, a unos 44 kilómetros o aproximadamente una hora en carro desde la ciudad de Guayaquil.

Estos no son datos menores, dice Katherine Herrera, experta en seguridad, pues es precisamente su ubicación, lo que ha convertido al cantón en el blanco perfecto para formar parte de la denominada ruta de paso de la droga que proviene desde la frontera norte hacia los puertos.

"Es utilizado como almacenamiento y bodega de grandes cantidades droga para luego ser enviado a los distintos puertos, en su gran mayoría por el puerto de Guayaquil", explica Herrera y agrega que además cumple el rol de un territorio de distribución, ya que está conectado con la Sierra centro y la Costa.

La especialista, además, resalta el hecho de que, aunque Yaguachi forma parte de la provincia del Guayas, el cantón no pertenece al Distrito Metropolitano de Guayaquil (DMG), sino a la comandancia número cinco, lo que significa que el personal policial no está específicamente asignado a este territorio, como sí ocurre en "Durán, Samborondón y Guayaquil, que tienen una comandancia propia y personal militar activo".

De hecho, en Yaguachi, hay 125 policías repartidos en tres turnos, es decir, aproximadamente 40 están activos.

Herrera, quien además llevó a cabo un estudio sobre las condiciones que contribuyen al aumento de la violencia en el cantón, afirma que la falta de presencia estatal facilita la proliferación de otros delitos como extorsiones y secuestros. Por consiguiente, la especialista sostiene que este territorio requiere de una estrategia diferente y de acciones continuas, dado que es un cantón utilizado por grupos de delincuencia organizada de Los Ríos y Santo Domingo, que operan en Guayaquil para la logística y distribución de drogas.

Según la especialista, "es el blanco perfecto de acopio para que la droga sea exportada y para temas de microtráfico".

La Policía subraya que la mayoría de crímenes en Yaguachi obedece a una pugna de territorio entres dos organizaciones criminales. Los Águilas, aliados de Los Choneros, son quienes predominan en este cantón y hacen base en el llamado 'Barrio Chino', en la parroquia rural Virgen de Fátima.

Por otro lado, están Los Lobos que no tienen una territorio definido, su intención es ingresar y apoderarse de ciertos sectores. Víctor Ordóñez, comandante de la Zona 5, en declaraciones explicó la hipótesis:

Un hecho que desató la violencia en junio pasado fue el asesinato de Darwin Campuzano, alias La Mole, era el cabecilla de Las Águilas y tenía antecedentes penales por asesinato y robo. Tras su muerte, su hijo habría asumido el mando en la estructura criminal.

De hecho, alias La Mole, según la Policía, contaba con su propio centro de monitoreo de las vías que conecta Yaguachi con Durán y Milagro para cometer delitos.

De acuerdo a Inteligencia policial, el cabecilla ocupaba un lugar importante en la estructura criminal de Los Choneros, por debajo del máximo cabecilla Adolfo Macías, alias Fito, recluido en la Cárcel Regional de Guayaquil.

El cantón se ha convertido en un objetivo atractivo para estas estructuras criminales debido a su ubicación estratégica, el rápido tiempo de acceso, y sobre todo, recalca Herrera, el abandono por parte del Estado al no ser considerado un punto prioritario en la lucha contra el crimen organizado, a pesar de su evidente participación activa en esta dinámica ilegal.