"Si no paga, va a dar clases en el infierno": otra profesora amenazada por bandas delictivas en Guayaquil
A raíz del asesinato del profesor cometido por supuestos estudiantes, otros maestros denuncian la dura realidad dentro y fuera de las aulas.
La voz de Claudia Navarrete (nombre protegido) se quiebra en múltiples ocasiones durante la llamada. Ella es maestra parvularia hace 15 años en una unidad educativa ubicada en Bastión Popular, en el norte de Guayaquil. Hace dos semanas atrás, a su celular llegó un mensaje aterrador: "Me dijeron que si no colaboraba con los 100 dólares me iban a mandar a matar".
Claudia bloqueó el número, lo que provocó la furia de los extorsionadores. Entonces, le enviaron un audio desde otro contacto con una nueva amenaza e insultos, esta vez en contra de su familia: "Si yo no daba la plata, secuestrarían a mi esposo o entrarían al colegio para secuestrar a mi hija". Hay una pausa, mientras Claudia trata de continuar con su relato en medio de sollozos. Desde ese momento, dice, su pequeña de 10 años ya no asiste físicamente a la escuela y recibe clases virtuales.
Asimismo, los extorsionadores se presentaban como miembros de una banda; uno de los últimos mensajes contenía una fotografía de Claudia junto a otra docente del plantel, acompañada de nuevas intimidaciones:
"Me decían: 'Ya pues mi docente, ¿con cuánto está dispuesta a colaborar? todo monto será bien recibido (...)' Si no colaboraba, decían: 'Me iba a ir al infierno a dar clases'"
Claudia eliminó su número, presentó una denuncia ante la Fiscalía el pasado 21 de noviembre y también informó a la Policía, aunque no pudieron proporcionarle protección. Mientras tanto, en la escuela decidieron asignarle trabajo remoto durante una semana.
Hoy, ella ya está devuelta a clases, al no contar con seguridad ha optado por aplicar otras estrategias. Asimismo, solicitó el cambio a otro colegio, pero aún no ha recibido respuesta.
Enseñar nunca ha sido tan difícil como ahora, relata. "Antes todo era tranquilo; no se metían con la escuela. Recién este año ha comenzado". Aunque menciona que hay presencia policial a la hora de la salida de los estudiantes, esto sucede "de repente".
"Da miedo, el otro día mataron a un padre de familia. Hay alumnos que tienen a su padres presos. Al menos, aún hay un poquito de respeto porque hay padres que venden droga, pero fuera de la escuela", dice.
Ojalá su caso fuera una excepción, pero a su voz se unen otras. En la misma escuela, otras dos docentes han recibido amenazas similares, dice Claudia, y también han puesto la denuncia en Fiscalía.
En días previos, otra profesora que labora en una escuela en Monte Sinaí también se atrevió a presentar la denuncia en la Fiscalía porque teme ser la próxima víctima.
“Son padres de familia que pertenecen a cosas que no están debidas. Me amenazaron de que me iban a quemar viva, que me iban a arrastrar. Fueron hasta con armas y todo”.
Pese a la insistencia de este medio de comunicación, el ministerio de Educación no ha remitido ninguna respuesta sobre las acciones que se tomarán para abordar la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los docentes.
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