El 10 de septiembre es el Día Internacional para la prevención del suicidio.
El suicidio es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el acto deliberado de quitarse la vida. Su prevalencia y los métodos utilizados varían de acuerdo a los diferentes países. Desde el punto de vista de la salud mental, los y las adolescentes poseen vulnerabilidades particulares, por su etapa del desarrollo.
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Por ello, se conmemora el 10 de septiembre como el Día Internacional para la Prevención del Suicidio. Incluso en algunos países se habla sobre este tema tan sensible durante todo el mes de septiembre, y busca crear conciencia acerca de este problema de salud mental que sigue siendo un tabú en Ecuador.
Pero, ¿qué es el suicidio?
Para psicóloga Andrea Ochoa Gavilanes, especialista en casos de depresión en jóvenes y adultos, el suicidio representa la mayor consecuencia del padecimiento de un trastorno psicológico.
El suicidio es un evento que afecta de manera global a familias enteras. A nivel mundial se suicidan cada año casi un millón de personas, lo que equivale a una persona cada 40 segundos, según la Organización Panamericana de la Salud.
En Ecuador, en el año 2000, se producían 4,29 muertes por cada 100.000 habitantes; pero, a partir de 2015, esta tasa se ubicó en aproximadamente 7, según datos del INEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos). En el periodo 2000 – 2021, casi 20.000 personas se quitaron la vida en el país. Solo en 2021, 1.089 personas murieron por suicidio. Un dato que llama la atención es que, en 2021, en las mujeres, el número de suicidios excedió al de homicidios; las cifras son de 177 suicidios y 127 en homicidios.
Entonces, ¿se puede identificar cuando una persona tiene más posibilidades de atentar contra su propia vida? Muchas veces se cree que las señales pueden ser las mismas en todas las personas, sin embargo Ochoa menciona que las señales para identificar conductas suicidas suelen ser muy diversas. Pueden ir desde actos como descuidar la imagen personal hasta aislarse y retraerse de todo contacto externo. Una de las principales señales para identificar a una persona vulnerable en depresión son los cambios bruscos en su rutina.
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Es importante considerar que a veces la familia o amigos no son conscientes o pueden tomar como broma cuando escuchan a alguien decir que ya no quiere vivir más, por esto es necesario poder reconocer cuando en realidad puede ser un grito de ayuda.
Ochoa afirma que ningún comentario sobre querer acabar con la vida o estar cansado de ella debe tomarse a la ligera. Si bien es cierto que hay personas que lo dicen con esa intención, no existe forma de discernir quiénes están bromeando y quienes sí tienen esa intención.
Surgen de igual manera ciertas dudas por parte de familia o amigos cuando conocen que alguien cercano ha tratado de suicidarse.
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Por eso te contamos algunas señales de alerta que se deben tener en cuenta:
Si observas algunas de estos signos, trata de hablar con la persona, ofrece tu ayuda y anímala a pedir apoyo a profesionales.
En Ecuador, puedes llamar al 171 opción 6 del Ministerio de Salud Pública, donde te brindan soporte y orientación de este tema tan sensible.
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