17 may 2024 , 10:43

La señal de que un niño tiene una inteligencia emocional superior a la de los demás

La capacidad de un niño para reconocer y gestionar sus emociones indica un nivel de inteligencia emocional excepcional.

Imagen referencial: Terapista mostrando emociones a una niña. ( Créditos: Canva )

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El bienestar emocional de los niños es igual de importante que su salud física. La experta en crianza, Reem Raouda, brinda orientación sobre cómo cultivar la inteligencia emocional en los niños desde temprana edad y si ellos ya hacen esto, su nivel de inteligencia emocional es superior.

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Raouda, entrenadora certificada por el Conscious Parenting Coaching Institute del Dr. Shefali Tsabary, ha estudiado el comportamiento de más de 200 niños a lo largo de su carrera profesional. Según sus investigaciones, identifica ciertos comportamientos que denotan un elevado nivel de inteligencia emocional en los niños, vinculado con su felicidad durante la infancia.

¿Qué es la inteligencia emocional?

El portal Psicología y Mente define a la Inteligencia emocional como la capacidad de reconocer y gestionar nuestras emociones y respetar las de los demás.

Imagen referencial: Niños felices jugando.

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Señales de un/una niño/a tiene un nivel de inteligencia superior

Capacidad para identificar y nombrar sus emociones: En un mundo que esconde sus emociones y nos empuja a mostrarnos siempre felices. Los niños que no tienen miedo de expresar cómo se sienten pueden obtener ayuda de los adultos para poder validarlas y gestionarlas.

Imagen referencial: Padre e hijo felices.

Empatía: El hecho de comprender y respetar las emociones de los demás puede permitirles crear conexiones más fuertes y comunicarse asertivamente, respetando las emociones de las personas a su alrededor.

Capacidad de escucha: Si un niño presta atención cuando alguien le está contando sus experiencias y sentimientos, pueden entender cómo se siente la otra persona. Así, puede desarrollar habilidades de comunicación más sólidas.

Adaptabilidad: Si un niño se adapta al cambio y no se da por vencido fácilmente ha desarrollado un nivel de inteligencia superior. Desde pequeños se debe motivar a los niños a ser perseverantes y resilientes.

Los hogares deben ser lugares seguros para los niños, donde se sientan libres de expresar sus emociones sin temor a ser castigados. Los niños felices desarrollan habilidades que les permiten ser más amigables y comprensivos con sus seres cercanos, lo cual, a su vez, les facilitará ser adultos emocionalmente inteligentes en el futuro. Fomentemos estas habilidades y criemos niños más felices.