Los familiares de esas personas deben comprar las recetas por su cuenta.
Desde la semana pasada "Alfonso" peregrina por medicamentos en varias farmacias, su padre esta con COVID-19 en terapia intensiva y en el hospital Carlos Andrade Marín le dijeron que no tienen varios medicamentos para su tratamiento, entre estos sedantes.
"Propofol, compramos Midazolam, pero esa medicina no hay en ninguna parte", contó.
Afirma que incluso se endeudó para intentar salvarle la vida.
"Gastaríamos 600 dólares, hemos sacado la plata haciendo préstamos, pidiéndole auxilio a la familia. Es injusto que tengamos que comprar del bolsillo del pueblo pobre, que no tenemos", agregó.
Pero este no es un caso aislado, Andrés Herrera nos cuenta que su madre, quien también se contagió, permaneció 2 dias en terapia intensiva y durante ese tiempo también le pidieron varias recetas.
"Como son el Midazolam y el Propofol, que no tenían. Necesitaban 10 ampollas diarias para mi madre, entonces tuve que comprar alrededor de 30 ampollas, cuyo valor en el mercado es de 110 dólares", relató.
Pese a ello dice falleció y se quedó con más de 300 dólares en medicina y con el dolor de no haber evitado su muerte.
"El día que falleció mi madre en cuidados intensivos esa misma noche fallecieron 6 personas más. Que por favor el presidente haga algo porque su pueblo está muriendo", añadió.
La situación ya es crítica según el Defensor del Pueblo, Freddy Carrión, quien ha recibido cientos de alertas de escasez de medicamentos en las unidades del IESS a escala nacional.
"Vamos a disponer, mediante medidas de cumplimiento obligatorio, la entrega de medicinas. Esa es una obligación del IESS, que no puede justificar, ni argumentar que no existen recursos económicos", explicó.
Enviamos una solicitud de entrevista a las autoridades del IESS para saber cómo se resolverá este desabastecimiento. Por tema de agenda nos aseguraron que nos atenderán el día de mañana .
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