Llama al bebé que perdió su "ángel de la guarda" después de que el aborto espontáneo que sufrió permitiera detectar un cáncer de pecho agresivo.
Después de la alegría de saber que estaba embarazada, Laura Strathearn y su marido Fraser sufrieron el desgarrador golpe de perder a su bebé.
Mientras esta esteticista escocesa se recuperaba, descubrió que tenía un tipo de cáncer que habría crecido y se habría desarrollado a causa de una de las hormonas principales del embarazo: el estrógeno.
"Nuestro bebé salvó mi vida", dijo Laura al programa "The Nine" de BBC Escocia.
"El tipo de tumor que tuve crece con el estrógeno, así que si yo no hubiera estado embarazada en ese momento no se habría acelerado el crecimiento del tumor", contó la mujer de 35 años.
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"Fue devastador en el momento, pero si miro atrás las palabras que me resonaron fueron las de mi especialista. Si mi embarazo hubiera sido viable yo no estaría aquí".
La noticia
Laura quedó embarazada en septiembre de 2020. En diciembre, en su chequeo de la semana 12, descubrieron que su bebé no tenía latidos. Días después tuvo un aborto.
Ella, que siempre había estado muy enfocada en su carrera, se tomó un tiempo para recuperarse. Fue en este periodo cuando se dio cuenta de que tenía una vena azul enorme en su seno derecho.
Lo atribuyó a las hormonas y esperó hasta después de Navidad para ver a su médico de atención primaria. Para su sorpresa, fue referida a un hospital especialista en mamas, el Hospital Gartnavel de Glasgow (Escocia, Reino Unido).
La enviaron a hacerse una ecografía en enero de 2021, pero aún no estaba preocupada.
"No pensaban que hubiera nada maligno ahí. Había una sombra pero no pensaban que fuera algo perjudicial", remarcó Laura.
Pero cuando regresó al hospital por los resultados, su mundo se puso del revés.
"Fue durante la pandemia. Mi esposo esperó fuera. Yo pensé que sería algo rápido, pero se convirtió en una mala noticia que no esperaba", relató.
"Recuerdo que el especialista salió a la sala de espera. Me di cuenta enseguida de que no tenía buenas noticias. Me acompañó a la habitación y me dijo: "No hay modo fácil de decrite esto, Laura. Tienes cáncer de mama".
"Mi mundo colapsó en ese momento".
La resonancia magnética y la tomografía mostraron que el cáncer se había expandido a los ganglios linfáticos, pero estaba localizado.
El tumor de Laura era demasiado grande para extirparlo de una vez, así que empezó con quimioterapia y completó seis ciclos durante un periodo de 18 semanas. Después vino una operación de 10 horas y, finalmente, después de esperar a las pruebas de patología, la pareja recibió la noticia que más ansiaban.
"Era un cáncer en estadio 3, pero extirparon todo el tumor de mi cuerpo y me dijeron que mi bebé salvó mi vida", dijo Laura.
"Pensé que los síntomas tenían que ver con el embarazo, un cambio hormonal".
Laura y Fraser ahora piensan en el bebé como un ángel de la guarda. Sin el embarazo, el cáncer nunca se habría detectado hasta que fuera demasiado tarde.
Reconocerse a pesar del cáncer
El tratamiento de Laura fue intensivo y, en su caso, encontró apoyo en el Maggie's Center de Glasgow, una organización benéfica que brinda apoyo e información sobre el cáncer de modo gratuito en todo Reino Unido.
Ahora, Laura está poniendo su granito de arena para agradecerles lo recibido.
Como esteticista y maquilladora cualificada, lo que hace ahora es ayudar a las mujeres para que puedan relajarse y sentirse mejor consigo mismas durante sus tratamientos contra el cáncer.
"El centro Maggie's fue fantástico. Recuerdo cruzar sus puertas y sentir que podía respirar. Son ángeles en la tierra. Solía dar un brinco cuando entraba allí".
"Podía sentarme y hablar con gente que estaba pasando por algo similar. Solían preguntarme que cómo me había hecho las cejas, los ojos. Eso me hizo pensar".
Laura ahora ofrece como servicio a sus clientes del centro Maggie's el maquillaje permanente de cejas.
"Lo sé por experiencia personal. Perder el pelo te afecta. Tener cejas te cambia la vida. Lo veo como un servicio de bienestar. Puedes venir y hacerte las cejas, un facial, un masaje indio de cabeza... Pueden elegir su tratamiento de belleza".
"Fue un momento muy duro. Enfrentarte con tu propia mortalidad a la vez que pasas por un momento agotador con un diagnóstico de cáncer y, además, mirarte al espejo y no reconocer a la persona que te devuelve la mirada. Es muy difícil".
Ahora alienta a las mujeres a que velen por su salud y cuestionen cualquier cosa que sientan que está mal.
"Cualquiera que se mire a sí mismo y sienta que hay algo diferente, un bulto, una vena, un dolor, lo que sea. Si algo se siente distinto o está la sensación que no está bien, los animo a que lo revisen", aconsejó.
Laura seguirá revisándose y haciéndose mamografías anuales. Y espera que llegue un pequeño milagro cuando esté totalmente recuperada.
"Es importante para mí recuperar la salud por completo. La quimioterapia es difícil y tu cuerpo recibe un gran golpe. Pero a mi esposo y a mí nos encantaría tener una familia en el futuro".
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