El joven, al consumir, presenta algunos síntomas identificables fácilmente.
En los tres primeros meses del 2020 e inicio de la emergencia sanitaria por el COVID-19, en Ecuador se incautaron más de 24 toneladas de drogas, según la Policía Nacional. Lo que no se incautó o terminó en otros países, pues es conocido que Ecuador es zona de paso, o se traficó en las calles, afectando a los más jóvenes.
Ahora bien, estos jóvenes consumidores se han visto obligados a permanecer en sus viviendas debido al coronavirus. Esto resulta una oportunidad para que los padres se involucren más con sus hijos y así descubrir si tienen o no un problema de drogas.
Para el psicólogo, Moritz Neumann, desde hace varios años se desarrolló una problemática preocupante en los centros educativos de Ecuador: el consumo dentro de las instituciones. Neumann trabajó de cerca con este tipo de casos en el Ministerio de Educación y dos colegios públicos de Guayaquil. Por ello, ofrece algunas señales para que los padres se mantengan alerta.
La persona al consumir presenta síntomas observables como:
- Problemas en la escuela o en el trabajo: ausencias frecuentes de las clases o del trabajo, desinterés repentino en las actividades escolares o laborales, notas más bajas o disminución del desempeño en el trabajo.
- Problemas de salud física: falta de energía y de motivación, adelgazamiento o aumento de peso u ojos rojos.
- Aspecto desaliñado: falta de interés en la ropa, el aseo personal o la apariencia.
- Cambios de conducta: esfuerzos exagerados por prohibirles a los familiares la entrada a su habitación o ser reservado con respecto a dónde va con sus amigos; o cambios radicales de conducta y en las relaciones con familiares y amigos.
- Problemas de dinero: pedidos repentinos de dinero sin explicación razonable; o puedes descubrir que falta o se ha robado dinero, o que han desaparecido objetos de tu hogar, lo que indica que tal vez se hayan vendido para sustentar el consumo de drogas
También presentan síntomas físicos como:
- Pronunciación lenta o mala (por usar tranquilizantes y depresivos)
- Hablar rápido o de manera explosiva (por usar estimulantes)
- Ojos inyectados de sangre
- Tos que no desaparece
- Olor o aliento inusual (por usar drogas inhaladas)
- Pupilas extremadamente grandes (dilatadas) o extremadamente pequeñas (puntiformes)
- Movimiento ocular rápido (nistagmo), podrían ser un signo de consumo de PCP, es una droga disociativa
- Inapetencia (ocurre con el consumo de anfetaminas, metanfetaminas o cocaína)
- Aumento del apetito (con el consumo de marihuana)
- Marcha inestable
- Pereza, apatía
Según Neumann, la situación por la pandemia puede abrir oportunidades para involucrarse más entre padres e hijos, conocerlos más, y saber si algo les está afectando. Cabe recalcar que muchos adolescentes que presentan algún consumo de sustancias están ligados a una situación familiar complicada por eso los padres tienen el deber de involucrarse plenamente en la vida de sus hijos sin llegar a ser autoritarios.
Debido a la pandemia, las atenciones psicológicas se han reducido. Sin embargo, existen alternativas online como la consultora Heilung Mental (@heilungmental), en la que trabaja Neumann asociado con otros psicólogos.
Recomendadas