Para evitar infecciones estomacales u otro tipo de enfermedades por microorganismos y parásitos es recomendable seguir un protocolo de higiene en el lavado de alimentos.
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), se estima que cada año aproximadamente 48 millones de personas se enferman debido a un alimento contaminado con bacterias dañinas.
Lea: Arcsa clausura un local de comida en donde se encontró una babosa en un pedido, en Guayaquil
Aunque muchas personas saben que los productos animales deben manipularse cuidadosamente para evitar que se dañen, muchos desconocen que las frutas y verduras también pueden ocasionar brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos. El año pasado, en Estados Unidos se registraron varios brotes de enfermedades causadas por frutas y verduras contaminadas, incluyendo la espinaca, melones, tomates y lechuga.
Glenda Lewis, experta en enfermedades transmitidas por alimentos de la FDA, comenta que los productos frescos pueden estar contaminados de muchas maneras. Durante la etapa de crecimiento, las frutas y verduras pueden contaminarse con la tierra, agua o el fertilizante. Después de la cosecha, pasan por muchas manos y se incrementa el riesgo de contaminación.
La contaminación también puede ocurrir cuando el producto ya ha sido comprado, durante la preparación de los alimentos e incluso debido a un mal almacenamiento. Con tantas fuentes de contaminación que pueden ocurrir, es muy importante preparar de manera segura los productos frescos antes de consumirlos.
La FDA explica que se debe elegir productos que no estén golpeados o dañados y asegurarse de que los productos precortados, tales como las fundas de lechuga o tajadas de sandía, estén refrigerados o almacenados con hielo en el supermercado y en el hogar. Además, es importante seguir las siguientes recomendaciones:
Los expertos recomiendan que almacenen los productos frescos dentro del refrigerador a 40 grados o menos.
Recomendadas