¿Qué es el cáncer de estómago?
Según el Instituto Nacional del Cáncer (NIH, por sus siglas en inglés) el cáncer de estómago o cáncer gástrico, se origina en las células que revisten el estómago. Los malos hábitos alimenticios y el consumo de tabaco pueden contribuir en el desarrollo de este tipo de cáncer.
Mantener un peso corporal saludable: El sobrepeso u obesidad pueden aumentar el riesgo de cáncer de estómago. Mantenerse dentro de un rango de peso saludable puede reducirlo. Ser físicamente activo: La actividad física regular puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de estómago y también ofrece beneficios para la salud en general. Consumir una dieta rica en frutas y verduras frescas: Una alimentación que incluya una variedad de frutas y verduras frescas, así como granos integrales, puede disminuir el riesgo de cáncer de estómago. Se recomienda limitar o evitar las carnes rojas y procesadas, las bebidas azucaradas y los alimentos altamente procesados. Limitar el consumo de alcohol: Eso puede aumentar el riesgo de cáncer de estómago, por lo que es importante limitar su ingesta. Evitar el consumo de tabaco: El tabaco incrementa el riesgo de cáncer de estómago, entre otros tipos de cáncer. Si no consumes tabaco, es importante no empezar, y si fumas y deseas dejarlo, buscar ayuda puede ser beneficioso. Tratamiento de la infección con H pylori: La infección crónica con la bacteria H pylori puede aumentar el riesgo de cáncer de estómago. Se están estudiando tratamientos con antibióticos para reducir este riesgo en personas infectadas. Uso de aspirina u otros antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): Estos medicamentos pueden reducir el riesgo de cáncer de estómago, pero también conllevan riesgos, como sangrado interno. Su uso debe ser evaluado individualmente. Para personas con riesgo muy alto: Aquellas con antecedentes familiares de cáncer de estómago o que posean síndromes hereditarios específicos pueden necesitar una atención especializada y, en algunos casos, incluso considerar la extirpación preventiva del estómago. Si presentas dolor o síntomas, acude con un profesional de la salud para que te brinde un diagnóstico. Evita automedicarte y lleva un estilo de vida saludable para disfrutar de una vida plena.