Un estudio revela cómo el consumo de cerveza eleva el riesgo de desarrollar hiperuricemia.
La gota, un trastorno doloroso causado por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, está estrechamente relacionada con la dieta y el consumo de alcohol.
Un reciente estudio de la Facultad de Medicina de Suzhou, de la Universidad de Soochow en China, revela que beber un litro de cerveza al día puede aumentar significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad, conocida en el ámbito médico como hiperuricemia.
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La gota ocurre cuando el ácido úrico, producto de la descomposición de purinas en el cuerpo, se acumula en las articulaciones, causando inflamación y dolor.
Según la American Kidney Foundation, el alcohol, al ser procesado por los riñones, interfiere con la eliminación del ácido úrico del cuerpo.
Esto provoca que el ácido se acumule, contribuyendo al desarrollo de la gota. La cerveza, en particular, es problemática debido a su alto contenido de purinas, compuestos que intensifican el riesgo de acumulación de ácido úrico.
Sarah F. Keller, doctora del departamento de reumatología y enfermedades inmunológicas de Cleveland Clinic, explica: “el consumo excesivo de alcohol, especialmente de bebidas ricas en purinas como la cerveza, puede desencadenar brotes de gota. Esta condición es más frecuente en hombres de mediana edad, aunque las mujeres posmenopáusicas también pueden verse afectadas”.
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La Universidad de Soochow descubrió que el consumo regular de cerveza y otras bebidas alcohólicas puede aumentar el riesgo de gota en un 62% para las mujeres y un 60% para los hombres. Segun Infobae la investigación destaca que la cerveza y la sidra son particularmente perjudiciales debido a su contenido de purinas.
Entre los primeros síntomas de la gota se encuentran brotes dolorosos en una o más articulaciones, inflamación, y enrojecimiento o calor en la zona afectada. Los pacientes también pueden experimentar fiebre, escalofríos y malestar general.
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Para quienes buscan reducir el riesgo de gota, es fundamental moderar el consumo de alcohol y prestar atención a la ingesta de alimentos ricos en purinas. Consultar con un especialista y adoptar un estilo de vida saludable puede ser clave para prevenir esta dolorosa condición.
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