28 mar 2017 , 07:06

“Sirena” finlandesa bucea bajo hielo sin trajes térmicos

   

Johanna Nordbland nada en las penumbras bajo aguas congeladas y mantiene la calma.

Johanna Nordbland, la "sirena" de Helsinki de 42 años de edad, es una auténtica deportista aventurera. Según msn.com, que cita al portal Infobae, durante el día, trabaja de diseñadora gráfica, y en su tiempo libre, anda en bicicletas por las montañas, hace motocross, snowboard y pasea en barco. Pero lo que realmente le gusta es el buceo. El buceo libre.
 

A los 29 años, Johanna estableció un récord mundial cuando logró nadar 158 metros bajo la superficie del agua con aletas.

Fue capaz de aguantar su respiración por más de seis minutos bajo agua cálida. 
 

Pero su talento fue interrumpido hace siete años, cuando sufrió un grave accidente mientras circulaba en su bicicleta de montaña que dejó la parte inferior de su pierna izquierda destruida.  Como parte del proceso de recuperación, se sometía a tratamientos de agua fría para aliviar el dolor. Todo cambió.
 

Con el tiempo, comenzó a agradarle el sentimiento a tal punto que sumergía también bajo el agua helada su pierna derecha. Luego, expandió la sensación a todo su cuerpo cuando decidió bucear sin equipo bajo hielo. 
 

Rápidamente sobresalió en su nuevo hobby. En 2015, batió otro récord mundial cuando buceó 50 metros bajo la superficie de un lago congelado usando únicamente un traje de baño. 

 

 


Foto: AFP

 

 


 

En una sesión fotográfica, la sirena y su hermana, con ayuda de la fotógrafa, debieron prepararse con seis horas de anticipación para poder disfrutar de su pasión. Fue el tiempo que les demoró taladrar dos hoyos –uno triangular (el más fácil de barrenar) y otro rectangular–con dimensiones equiláteras de un metro.
 

Primero taladraron los agujeros, luego cortaron los lados con una sierra eléctrica y finalmente removieron el hielo de la superficie del agua.

 

 


Foto: AFP

 

 


 

Johanna tiene una rutina de entrenamiento específica antes de bucear libremente. Inicialmente pasa 20 minutos en el agua con un traje de buzo para acostumbrar su cuerpo a la temperatura. Luego se dirige al sauna para entrar en calor por la misma duración de tiempo. En una última sesión, la sirena se sumerge al lago en traje de baño por no más de seis a siete minutos.
 

Lo más importante para Johanna bajo el agua es no entrar en pánico. El agua debajo de un lago congelado es casi totalmente oscuro. La poca visibilidad puede ser peligrosa especialmente porque es posible perderse.
 

 



Foto: AFP

 

 

 

 

Debajo del agua, una burbuja de aire en el hielo puede parecer idéntico al agujero por donde se debe salir, y Johanna puede aguantar su respiración en agua fría por menos de cuatro minutos. Para detectar el agujero, un buceador debe nadar profundamente para poder ver con mejor perspectiva desde donde entra la luz.
 

Con su vida en juego, el miedo no puede formar parte del estado mental de Johanna. Con su aleta, que puede sumergirla de siete a ocho metros bajo el agua con tan solo un empuje, se mantiene buceando serenamente dentro de su propio mundo. Como una sirena.

 

 




Foto: AFP

 

 

 

 

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