La maestra de guardería siente atracción por los objetos inanimados.
En Moscú, Rusia, Rain Gordon es una joven de 24 años que cumplió su sueño al casarse con su amor en junio. Según el portal 20minutos.es, se conocieron hace cinco años en una ferretería, cuando ella lo compró a 'él', y siempre se ha sentido incomprendida por su relación, ya que está enamorada de un maletín metálico.
Desde muy pequeña empezó a sentir fascinación por los objetos inanimados y siempre creyó que todo lo que le rodeaba tenía un alma, contó Catters News.
Cuando era adolescente se enamoró de un centro comercial que abrieron en su ciudad natal, sentimiento que llevó en secreto porque sabía que nadie la entendería, menciona el portal web.
Ahora, su amor por Gideon, como se llama el maletín, ha ido más allá: "Ver a Gideon hace que mi corazón lata más fuerte. Estoy locamente enamorada de su plata, sus reflejos y su metal. La gente no me entiende. Me han dicho que estoy enferma y que busque ayuda, pero ya no dejo que me ofendan más".
Su historia comenzó en agosto de 2015, cuando fue a comprarlo para una sesión de fotos. Se hicieron pareja en noviembre y han sido novios hasta este verano, cuando un amigo de Rain Gordon los casó en una ceremonia a la que asistieron su familia y amigos.
"Al principio solo admirada su aspecto, pero no pensaba que acabaríamos juntos. Entonces me empezó a gustar por algo más que el físico y me di cuenta de que empezaba a enamorarme de Gideon", aseguró.
"Pasábamos mucho tiempo juntos por las tardes y las noches. Podíamos llegar a tener conversaciones filosóficas durante tres o cuatro horas", contó al medio.
Foto: Catters News
Durante el periodo en el que tenía a Gideon, salió con un hombre. En 2017 comenzó una relación con este chico, pero terminó después de que él descubriera su amor por los objetos inanimados.
La chica asegura que nunca llegó a conectar con él como lo hace con el maletín. "Para mí, los objetos, aunque no me gusta usar esa palabra, son mejores que las personas", añadió.
El caso de Rain Gordon no es aislado, pues ya en 2013 hubo una mujer australiana, Jodi Rose, que se casó con un puente de piedra de Francia que tenía 600 años de antigüedad.
Y en 2018, el japonés Akihijo Kondo se unió en matrimonio con el holograma de Hatsune Miku, relación que tuvo que terminar este año por una actualización de software.
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