¿Pueden los animales predecir los terremotos?

Durante mucho tiempo se ha sugerido que los animales se comportan de manera diferente a lo habitual poco antes de un terremoto.

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Según anécdotas, algunos animales salvajes abandonan sus lugares para dormir antes de que ocurran fuertes terremotos, y las mascotas, como los perros, se vuelven particularmente inquietas.

La referencia más antigua que se conoce sobre el comportamiento inusual de los animales antes de un sismo significativo es de Grecia en el 373 a.C., cuando un terremoto destruyó la ciudad de Hélice. Se afirma que ratas, comadrejas, y serpientes abandonaron la zona y se dirigieron a un lugar seguro varios días antes.

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Entonces, ¿los animales pueden predecir los sismos? Existe evidencia científica que apoya esta idea. Tal como las máquinas sismológicas, los animales están equipados para sentir pequeños temblores previos que viajan a través de la Tierra segundos antes de que las ondas sísmicas más poderosas se disparen.

De acuerdo al Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés), el comportamiento anormal de los animales en los segundos que preceden a un terremoto se explica por la diferencia entre dos formas de ondas sísmicas.

Las ondas primarias, o P, son las primeras emitidas por un terremoto, viajando a varios kilómetros por segundo desde el epicentro. Estos son más notorios para los animales, diceel USGS. Las ondas P son seguidas por ondas secundarias u ondas S más fuertes, que sacuden el suelo con un movimiento ondulante.

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“Muy pocos humanos notan la onda P más pequeña que viaja más rápido desde la fuente del terremoto y llega antes que la onda S más grande”, afirma el comunicado del USGS. “Pero muchos animales con sentidos más agudos pueden sentir la onda P segundos antes de que llegue la onda S”.

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Una de las investigaciones más importantes sobre cómo los animales podían predecir desastres fue llevada a cabo hace cinco años por un equipo dirigido por Martin Wikelski del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal en Alemania.

El estudio consistió en registrar los patrones de movimiento de diferentes animales (vacas, ovejas y perros), un proceso conocido como biologging, en una granja en la región propensa a sismos de las Marcas, en el centro de Italia. Se colocaron collares con chips a cada animal, que envió datos de movimiento a una computadora central cada pocos minutos entre octubre de 2016 y abril de 2017.

Durante este período, las estadísticas oficiales registraron más de 18,000 terremotos en la región, desde pequeños temblores de magnitud 0.4 hasta una docena de terremotos de magnitud 4 o más, incluido el devastador terremoto de magnitud 6.6 de Norcia.

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Los investigadores encontraron evidencia de que los animales de granja comenzaron a cambiar su comportamiento hasta 20 horas antes de un terremoto. Cada vez que los animales de granja monitoreados fueron colectivamente un 50% más activos durante más de 45 minutos seguidos, los investigadores predijeron un terremoto con una magnitud superior a 4.0.

Siete de los ocho terremotos fuertes se predijeron correctamente de esta manera.