Un aterrizaje de emergencia y una inesperada demora llevaron al piloto Scott Wardle de United Airlines a comprar 30 pizzas para los 155 pasajeros afectados.
La jornada de rutina empezó sin complicaciones para el piloto Scott Wardle, que dio un giro inesperado cuando una llamada de la tripulación rompió la calma.
Habían pasado 45 minutos desde el despegue cuando llegó la noticia: un pasajero sufrió un desmayo a bordo. Enseguida se movilizó la asistencia a bordo con dos pasajeros médicos y una enfermera que acudieron al afectado.
Al tocar tierra, los paramédicos ya aguardaban en la pista, preparados para intervenir la situación. Pero mientras el hombre era atendido, Wardle tuvo que enfrentar otra clase de problema: las regulaciones laborales impidieron que la tripulación reanudara el vuelo, dejando a los pasajeros varados durante varias horas.
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“Me enteré de que mis asistentes de vuelo habían agotado su tiempo; al trabajar demasiadas horas. Lo que significó que no podían ir conmigo en el próximo vuelo”, contó el piloto.
La norma era clara; no podían subirse nuevamente a un avión. Lo que significó varias horas de retraso para los 155 pasajeros a bordo del vuelo.
Las pizzas y la reacción de los pasajeros
La noticia del retraso comenzó a propagarse entre los pasajeros. Wardle sabía que encontrar una nueva tripulación tomaría horas, y el aeropuerto estaba a punto de cerrar su patio de comidas convirtiendo el panorama en el menos alentador.
Ante esta situación, Wardle optó por un gesto inesperado, sencillo y universal: encargó 30 pizzas para sus pasajeros, lo que le valió reconocimiento en redes sociales por su empatía y liderazgo.
Calculó las porciones necesarias para alimentar a 155 personas, ordenando la cantidad necesaria para que nadie quede fuera de la improvisada cena en el aeropuerto.
Cuando la orden llegó, no se limitó a supervisar. Warder se encargó de repartir las pizzas personalmente, organizando un tipo buffet improvisado en la terminal aérea.
Una pasajera, Tanya Stamos, tomó su teléfono para registrar el momento donde los pasajeros hambrientos y curiosos se acercaban a recibir su porción de pizza. La imagen de Wardle, un piloto uniformado y rodeado de cajas de pizza frente a comensales agradecidos, rápidamente se volvió viral en redes sociales.
“Nuestro piloto es increíble. Se sintió tan mal por la situación que pidió 30 pizzas de un local y nos las entregó directamente”, escribió Stamos en su publicación de Facebook.
Tras la publicación del post, miles de comentarios de usuarios maravillados con el actuar del piloto llenaron la imagen de comentarios reconociendo la amabilidad y empatía de Scott Wardle.
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