Hubo gente llorando, vestida de negro y hasta un ataúd ficticio.
Un hombre tuvo una particular idea con su pareja: decidió que precisamente utilizaría la temática de un funeral para festejar su nacimiento.
Según el portal radiomitre.com, Eli McCann pensó que iba a juntarse a cenar con sus amigos para disfrutar el momento, pero ocurrió todo lo contrario.
Su esposo, Skylar Westerdahl, armó un funeral para homenajearlo y este contó con todos los condimentos propios: gente desconsolada, vestida de negro, su foto por las paredes y hasta un ataúd ficticio.
Incluso, se obligó a las personas a ignorar su presencia.
“Tan pronto como entramos, vi a unos 15 de mis amigos, todos vestidos de negro, sentados en las sillas fingiendo llorar suavemente. Mi esposo tomó asiento de inmediato y un amigo con atuendo sacerdotal se puso de pie y les dio la bienvenida a todos a mi funeral. Todos fingieron que no podían verme ni oírme durante todo el servicio”, contó McCann a Mirror Online.
“Después de darme cuenta de que me ignoraban, me senté en una de las sillas y miré el servicio. Fue tan encantador, divertido y morboso y me encantó cada segundo”, agregó.
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