- El comedero no es adecuado: Los gatos tienen bigotes largos y sensibles que les sirven para detectar su entorno, y especialmente para comer. Si el comedero es demasiado estrecho, profundo o tiene bordes altos, los bigotes del gato pueden tocar los lados o el fondo del recipiente, lo que le resulta incómodo y en la mayoría de los casos es molesto. En este caso el gato solo comerá lo que esté en el centro del plato, donde sus bigotes no interfieran - La comida no está fresca: Los gatos son animales exigentes con su comida y prefieren consumirla fresca. Si la comida lleva varias horas en el plato, es posible que el gato ya no le apetezca tanto y busque algo más fresco. - Ansiedad por la comida: Algunos felinos pueden desarrollar ansiedad por la comida si en el pasado han experimentado escasez o si se les ha acostumbrado a tener el plato siempre lleno. En estos casos el gato puede comer más de lo que necesita y pedir comida incluso cuando no tiene hambre. - Enfermedad: En algunos casos, la solicitud excesiva de comida por parte del gato pueden ser un síntoma de una enfermedad subyacente. Si tu gato presenta otros cambios en su comportamiento, como pérdida de apetito, vómitos o diarrea. Es recomendable llevarlo al veterinario. - Aburrimiento: Los gatos que se aburren pueden recurrir a la comida como forma de entretenimiento. Si tu gato no tiene suficiente actividad física o mental, puede comer en exceso para compensar el aburrimiento. 
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Gato comiendo( )
Gato comiendo ( )
