Cómo la extinción de los dinosaurios allanó el camino para la propagación de las uvas
La desaparición de los dinosaurios alteró los bosques y brindó una oportunidad a muchas plantas. I
- Un esqueleto de un Suchomimus, un espinosaurio del desierto del Sahara, es mostrado en una exposición en Miami.( )
La extinción de los dinosaurios a causa del impacto de un gigantesco asteroide desencadenó una extinción masiva que alteró el curso de la vida en la Tierra y provocó un "reseteo" del bosque que propició la propagación de las uvas.
Investigadores de varios museos y universidades americanas han descubierto nuevas especies de uvas fósiles, de entre 60 y 19 millones de años, y entre ellas las más antiguas que se han encontrado en el hemisferio occidental. Hoy publican las conclusiones de su trabajo en la revista Nature Plants.
Lea también: El misterio de cómo tenían sexo los dinosaurios
Las semillas se encontraron en Colombia, Panamá y Perú y el estudio de estos fósiles ha permitido a los investigadores profundizar en el conocimiento de cómo se extendió por todo el mundo la familia de este popular fruto tras la muerte de los dinosaurios.
![Investigadores de varios museos y universidades americanas han descubierto nuevas especies de uvas fósiles, de entre 60 y 19 millones de años. Investigadores de varios museos y universidades americanas han descubierto nuevas especies de uvas fósiles, de entre 60 y 19 millones de años.](http://www.ecuavisa.com/binrepository/526x600/0c0/0d0/none/11705/FDCG/d50b633cc0aa82e598f51badd60254370853f_1613013_20240701071515.jpg)
Es raro que los tejidos blandos como las frutas se conserven como fósiles, por lo que los científicos suelen realizar sus estudios a partir de sus semillas, que tienen más probabilidades de fosilizarse, han subrayado los investigadores, que han recordado que los primeros restos de semillas se encontraron en la India y tienen unos 66 millones de años, más o menos cuando un enorme asteroide impactó contra la Tierra y desencadenó una extinción masiva que alteró el curso de la vida.
Los investigadores han planteado la hipótesis de que la desaparición de los dinosaurios pudo haber contribuido a alterar los bosques, ya que los grandes animales suelen modificar los ecosistemas que los rodean, y en aquella época es probable que derribaran árboles y que mantuvieran los bosques más abiertos y despejados que en la actualidad.
Los nuevos bosques que surgieron tras aquella extinción brindaron una oportunidad a algunas plantas y la diversificación de mamíferos y aves en los años posteriores a aquella extinción masiva contribuyó a la dispersión de las uvas al esparcir sus semillas.
Hasta ahora nunca se habían encontrado restos fósiles de uvas en Sudamérica, y los primeros que han encontrado los investigadores se localizaron en los Andes colombianos y tras los trabajos de campo que realizaron en América Central y del Sur encontraron más restos de uvas en Colombia, Panamá y Perú, con una antigüedad de entre 60 y 19 millones de años.
El registro fósil "nos dice que las uvas son un orden muy resistente. Es un grupo que ha sufrido muchas extinciones en la región de América Central y del Sur, pero también ha conseguido adaptarse y sobrevivir en otras partes del mundo", ha señalado Fabiany Herrera, conservador de paleobotánica del Museo Field de Chicago y autor principal del estudio.
Revise además: Cómo eran los dinosaurios polares y por qué desafían lo que pensábamos sobre estos gigantescos animales prehistóricos
"Siempre pensamos en los animales, en los dinosaurios, porque fueron los más afectados, pero la extinción también afectó mucho a las plantas", ha explicado Herrera, y ha observado que "el bosque se reseteó a sí mismo, de una forma que cambió la composición de las plantas".
Los investigadores han subrayado que dada la extinción masiva a la que se enfrenta en la actualidad la Tierra, este tipo de estudios resultan muy valiosos porque revelan patrones sobre cómo se desarrollan las crisis de biodiversidad y cómo evolucionan los bosques.
Recomendadas