Lavar el arroz antes de cocinarlo es una práctica que genera debate a nivel mundial. Te contamos qué dicen los estudios.
Lavar el arroz antes de cocinarlo es una práctica que genera debate a nivel mundial, ya sea por costumbres, tradiciones y preferencias culinarias. Mientras algunas personas lo consideran esencial, otras lo ven como un paso innecesario.
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Un estudio publicado en Science Direct analiza el efecto del lavado en la calidad de este grano. Según los investigadores, el agua turbia que se genera al enjuagar el arroz proviene del almidón libre que recubre los granos durante su procesamiento industrial.
Al eliminar este almidón, se reduce la concentración de amilosa, un componente clave que influye en la textura del arroz cocido. Como resultado, el arroz lavado tiende a quedar más suelto, lo que es ideal para platos como salteados o guarniciones.
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No obstante, los expertos en cocina señalan que lavar el arroz no siempre es necesario y que su pertinencia depende del tipo de preparación. Por ejemplo, en platos como el risotto o el sushi, donde se busca una textura cremosa o ligeramente pegajosa, es importante conservar el almidón para lograr el resultado deseado.
La decisión de si lavar o no el arroz dependerá del plato que se prepare y de las preferencias personales. Aunque en algunos casos relacionados a la salud se recomienda lavarlo para evitar la presencia de pesticidas o algún químico.
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