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La celebración del Año Viejo, con sus rituales únicos y simbología universal, tiene raíces ancestrales que se entrelazan con astronomía, religión y tradiciones culturales.
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Fuegos artificiales se disparan desde la Sky Tower en Auckland, Nueva Zelandia, durante las celebraciones de Nochevieja el 1 de enero.( )
La noche de Año Viejo, o víspera de Año Nuevo, marca el cierre del calendario gregoriano cada 31 de diciembre, una fecha que hoy es celebrada mundialmente con costumbres muy diversas. Sin embargo, el inicio del año no siempre fue el 1 de enero.
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¿Cómo surgió esta festividad?
Los primeros registros de celebraciones de Año Nuevo se remontan al año 2000 a.C. en Mesopotamia, donde se realizaba la festividad de Akitu, basada en el equinoccio de primavera. Para egipcios, fenicios y persas, el año comenzaba el 21 de septiembre, mientras que para los griegos, el punto de partida era el solsticio de invierno el 21 de diciembre.
Fue el rey romano Numa Pompilio quien, entre 715 y 673 a.C., estableció enero como el primer mes del año, en honor a Jano, el dios de los comienzos. No obstante, el 1 de enero no fue oficial hasta el año 153 a.C.
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El calendario juliano y la influencia de Julio César
En el año 46 a.C., Julio César realizó importantes ajustes al calendario, creando el calendario juliano, que establecía 365 días y fijaba el 1 de enero como inicio del año. Tras la caída del Imperio Romano, la fecha fue modificada en varios países cristianos para alinearla con celebraciones religiosas como el 25 de marzo (Anunciación) y el 25 de diciembre (Navidad).
No fue hasta 1582, bajo el mandato del papa Gregorio XIII, cuando se implementó el calendario gregoriano, corrigiendo errores en los años bisiestos y restaurando el 1 de enero como inicio oficial del año.
El simbolismo del Año Viejo en el mundo
A lo largo de los siglos, la celebración del Año Viejo ha evolucionado, pero siempre ha conservado su carácter simbólico. Representa el fin de un ciclo y el comienzo de nuevas oportunidades, un momento para dejar atrás lo negativo y recibir el futuro con esperanza.
Los rituales son variados: desde las uvas en España, México y Argentina, los toques de campana en Japón, hasta romper platos en Dinamarca y usar ropa interior de colores en América Latina.
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Países que no celebran el 31 de diciembre
No todos los países celebran el Año Nuevo en la misma fecha:
Cada cultura ha desarrollado sus propios rituales para despedir el año: brindis, abrazos, fuegos artificiales y cuentas regresivas son símbolos universales de la esperanza en el nuevo comienzo.
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