Cómo nació el ritual de las campanadas y las 12 uvas para Año Nuevo

En la medianoche del 31 de diciembre, mientras el reloj marca las últimas campanadas del año, millones de personas en Ecuador y otros países cumplen con un ritual que promete buena suerte y prosperidad: comer 12 uvas al ritmo de las campanadas.

Este acto, que se ha convertido en un símbolo de la celebración de Año Nuevo, tiene un origen que mezcla tradición, historia y estrategias comerciales.

Lea también: Ocho rituales para recibir 2025 con el pie derecho

Una de las teorías más populares sitúa el inicio de esta tradición en 1909 en España, cuando una excelente cosecha de uvas llevó a los agricultores a comercializar el excedente como "uvas de la suerte".

Sin embargo, expertos como Luis González, director del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Uva de Mesa embolsada de Viñalopó, han cuestionado esta teoría, debido a las limitaciones tecnológicas de la época para conservar las uvas frescas hasta diciembre.

Otra versión remonta la tradición al siglo XIX, cuando la burguesía española adoptó la costumbre de comer uvas y brindar con champán en Nochevieja, posiblemente importada de Francia o Alemania.

Algunos madrileños de clases populares comenzaron a imitar esta costumbre de manera irónica, reuniéndose en la Puerta del Sol para comer uvas al son de las campanadas. Este gesto burlesco evolucionó hasta convertirse en una tradición nacional.

La prensa de la época menciona esta costumbre desde 1882, y para 1894, el periódico El Siglo Futuro destacó su creciente popularidad. En 1903, National Geographic registró celebraciones similares en Tenerife, y a principios del siglo XX, la tradición se consolidó en toda España y cruzó el Atlántico hacia Latinoamérica.

Lea también: ¿Qué colores son ideales para recibir el Año Nuevo 2025?

Las uvas son ricas en vitaminas A, C y E, y minerales como potasio, calcio y fósforo. Estos nutrientes fortalecen el sistema inmunológico y mejoran el estado de ánimo.

Sus antioxidantes, como el resveratrol y los flavonoides, combaten el estrés oxidativo y reducen el envejecimiento celular, según la Clínica Mayo.

Un estudio de la Universidad de California demostró que el consumo regular de uvas disminuye el colesterol LDL y aumenta la diversidad de bacterias intestinales beneficiosas.

Además, las uvas blancas son beneficiosas para la salud visual, gracias a sus antioxidantes y vitaminas, según la Clínica Baviera.

Lea también: Las viudas de año viejo: una tradición que data de hace 70 años en Ecuador

Sin embargo, debido a su alto contenido de azúcar, se recomienda moderación en personas con diabetes o dietas restringidas en carbohidratos.

La tradición de las 12 uvas al compás de las campanadas no solo simboliza deseos para el nuevo año, sino que también es un ritual cargado de historia, cultura y un toque de salud natural.