Cuando Gayle Macdonald alcanzó una cumbre en la cordillera de Sierra Nevada en España a principios de este año, no solo se detuvo para disfrutar del momento.
Esta mujer de 45 años hizo también lo que muchas personas harían: buscó el mejor lugar para tomarse una selfie para sus cuentas de redes sociales. Gayle incluso admite que se acercó peligrosamente al borde mientras lo hacía.
Fue después de ese momento, por el cual fue reprendida por su esposo, que decidió dejar las redes sociales.
"Pensé, 'esto tiene que terminar'", recuerda Gayle, una expatriada británica que vive cerca de la ciudad española de Granada. "Tomar una foto fue lo primero que pensé cuando salí del auto".
"Pensar todo el tiempo en crear contenido y preocuparme por qué decir ocupaba demasiado espacio mental y me deprimía".
Una semana después, publicó en Facebook e Instagram que dejaría las plataformas. "Fue increíble cómo fue mi publicación con más me gusta en Instagram. Todos comentaban 'Ojalá pudiera hacer eso' y 'eres tan valiente'".
Como dejar el alcohol
Gayle, quien trabaja como life coach (o entrenadora para la vida), especializada en ayudar a personas a dejar de beber, descubrió que pasaba alrededor de 11 horas a la semana, en promedio, en las redes sociales.
Ella dice que la idea de dejar las aplicaciones le resultó mucho más aterradora que, de hecho, dejarlas.