Agua y sombra es la fórmula que muchos usan para refrescarse cuando el calor aprieta.
Con olas de calor que se producen por todas partes, desde Japón a Reino Unido, de Argelia a California, todo el mundo tiene muchos consejos sobres cómo mantenerse fresco.
Pero, ¿cuáles de ellos son capaces de soportar el escrutinio científico?
Estas son algunas consideraciones que deberías tener en cuenta…
1.- Consume bebidas frías en lugar de calientes
Algo que debe hacerse durante una ola de calor es beber mucho líquido: es esencial mantenerse hidratado para proteger los riñones. Sin embargo, hay un debate sobre si debería optarse por bebidas frías o calientes.
La teoría detrás de la elección de la bebida caliente es que temporalmente te calienta por dentro. Esto hace que sudes más. El cuerpo humano produce hasta dos litros de sudor por hora, lo que constituye una forma efectiva de reducir tu temperatura corporal.
Pero si ese líquido no es reemplazado pronto te puedes deshidratar, por lo que algunos recomiendan evitar totalmente las bebidas calientes. Otros argumentan que no deberías tomar mucho café o té, dado que contienen cafeína, una sustancia que favorece la deshidratación.
Sin embargo, hay poca evidencia de que el consumo de cantidades moderadas de cafeína tenga efectos diuréticos.
Es cierto que algunas investigaciones han respaldado la idea de que las bebidas frías son mejores. Algunos estudios realizados con personas que realizaron ejercicio de forma vigorosa, luego de lo cual se midió su temperatura corporal mientras tomaban bebidas frías o calientes: se halló que las primeras eran la forma más efectiva de bajar su temperatura corporal.
Pero existe un posible problema con estos hallazgos y tiene que ver con el método empleado para medir su temperatura: se usaron termómetros rectales y —como ha apuntado Ollie Jay, profesor de Fisiología Termorregulatoria en la Universidad de Ottawa— el líquido de una bebida fría va directamente al estómago, no lejos de donde se ubica el termómetro rectal. Por ello, no sorprende que le temperatura parezca descender.
Cuando su equipo experimentó tomando mediciones de ocho termómetros en distintas partes del cuerpo, encontraron que las bebidas calientes enfriaban más el cuerpo debido a que aumentaban la sudoración, tal como se preveía.
Así que las bebidas calientes te enfriarán más al hacerte sudar. Sin embargo, hay una situación en la cual las bebidas calientes no te refrescarán: si hay una humedad excepcional o si estás vistiendo tanta ropa que el sudor no tenga oportunidad de evaporarse. En ese caso, hay que optar por bebidas frías.
El veredicto: Falso. Las bebidas calientes te refrescarán más rápido, a menos que sea extremadamente húmedo.
2. Consigue un ventilador
La brisa de los ventiladores se siente como un alivio. Los ventiladores no enfrían el aire. Lo mueven alrededor con el objetivo de aumentar la eficiencia de los métodos corporales normales de mantener una temperatura adecuada por la vía de la convección del calor de la piel y la evaporación del sudor.
Los ventiladores se utilizan mucho. En un estudio, incluso, se cuenta el caso de tres pacientes que sufrían un golpe de calor y que fueron refrescados utilizando las aspas de un pequeño helicóptero.
Pero la evidencia sobre el funcionamiento de los ventiladores arroja resultados mixtos. Algunos han hallado que estos ayudan, mientras que otros descubrieron que si la temperatura es muy alta pueden incluso empeorar las cosas.
En general, se cree que los ventiladores podrían funcionar cuando la temperatura alcanza hasta 35ºC. Por encima, soplar aire caliente hacia el cuerpo podría aumentar el calor, empeorando la situación y derivando en un golpe de calor. Así que si el calor es excepcionalmente alto, los ventiladores podrían contribuir a la deshidratación.
También son menos efectivos cuando el clima es húmedo pues aunque mueven el aire, este se encuentra cargado de humedad, lo que dificulta la evaporación del sudor.
Sin embargo, hasta que no se realicen estudios bien controlados, no podemos saber qué efecto puede tener un ventilador.
Lo que se sabe en estos momentos es que los ventiladores no siempre son una solución segura.
En 1999, durante una ola de calor en Cincinnati murieron 17 personas, de las cuales 10 tenían los ventiladores encendidos cuando fueran halladas muertas. Claro está, no es posible saber si quizá habrían muerto antes si no hubieran contado con estos o si la razón por la cual compraron esos aparatos era porque vivían en las edificaciones más calientes.
El veredicto: se necesita más información, pero si la temperatura supera los 37ºC probablemente es mejor mantener el ventilador apagado.
3. Solamente las personas mayores tienen que preocuparse por el impacto sobre su salud
Es cierto que durante las olas de calor aumentan los ingresos en los hospitales y que muchos de esos pacientes son mayores.
Las temperaturas a las que el cuerpo funciona mejor se ubican en un estrecho rango, entre 36ºC y 37,5ºC. Los termorreceptores en la piel, los tejidos internos y los órganos pueden detectar inmediatamente un aumento tan pequeño como de 1ºC.
Si la temperatura ambiental es mayor que la de nuestro cuerpo, empezamos a sudar para enfriarnos. También irradiamos calor al enviar más sangre a nuestras manos y pies, razón por la cual estos se pueden sentir tan calientes durante la noche.
Estos dos métodos de termorregulación requieren que nuestro corazón trabaje más, lo que explica por qué a veces las personas mayores pueden sufrir ataques al corazón o fallas cardíacas. Y esto puede ocurrir pronto: durante una ola de calor la mayor parte de las muertes se producen durante las primeras 24 horas.
Otro asunto es que las personas mayores tienen más dificultades para mantener regulada su temperatura corporal y podrían incluso no notar el recalentamiento, lo que implica que puede deshidratarse más rápidamente que los más jóvenes.
Eso no significa que solo los mayores estén en riesgo durante una ola de calor. Los bebés y las personas con enfermedades crónicas también tienen más probabilidades de sufrir en estas circunstancias. Lo mismo ocurre con quienes tienen problemas de movilidad porque les resulta más difícil acercarse a la ventana para refrescarse o ir a buscar bebidas para restituir los líquidos perdidos a través del sudor.
Si hay calor durante el día y la noche, puede ser difícil que el cuerpo se refresque. La ola de calor sufrida en Europa en 2003 generó un estimado de 30.000 muertes, aunque algunos aumentan ese cálculo a 70.000. De los 15.000 que murieron en Francia, 1.321 eran menores de 64 años.
El veredicto: Falso. Las personas mayores deben ser particularmente cuidadosas, pero también los demás.
4. Abre todas las ventanas
Abrir las ventanas es la primera cosa que la mayor parte de las personas hace cuando hay calor. Pero durante el día puede ser una mala estrategia.
Solamente debería abrir las ventanas si el ambiente exterior está más fresco que en el interior, lo que es más probable que ocurra por las noches. Cuando el clima está realmente caliente, deberías cerrar las ventanas durante el día. Dado que hay más sombras dentro de las edificaciones, el aire puede estar más fresco. Incluso si puedes conseguir un flujo de brisa dentro de tu casa u oficina, si es caliente no te va a refrescar.
El veredicto: Falso, si el aire del exterior está más caliente que en el interior. Pero abrir las ventanas por las noches puede darte algún alivio.
5. Beber cerveza
En la película de 1958 Ice Cold in Alex, el personaje interpretado por sir John Mills desea escapar del desierto y beber una cerveza fría. Cuando finalmente se la toma al llegar a un bar afirma: "valió la pena esperar".
No hace falta estar en un desierto para clamar por una cerveza al final de un día caluroso. Pero ¿te ayudará a refrescarte? No exactamente.
Si se trata solamente de una cerveza, puede no hacerte daño. En varios estudios han hecho que la gente haga ejercicio hasta estar acalorados y luego han comparado cómo se recuperan bebiendo cerveza con y sin alcohol.
En un estudio de 1985 sobre personas haciendo ejercicio en un ambiente cálido y húmedo, la mayor cantidad de orina se produjo después de que los sujetos bebieron la cerveza, lo que no es bueno. Eso demuestra que el cuerpo está perdiendo en lugar de reteniendo el líquido.
Al comparar los resultados entre las cervezas con y sin alcohol, la diferencia fue sorprendentemente pequeña.
Un estudio más reciente tuvo resultados similares. Aunque las bebidas isotónicas que consumen los deportistas y el agua corriente era más efectivas para hidratarse, la cerveza seguía siendo más hidratante de lo esperado.
De hecho, una investigación en España en la que los sujetos pasaban 40 minutos en una caminadora encontró que la cerveza y el agua rehidrataban a los sujetos en la misma medida.
Esos eran estudios pequeños y no estaban indagando específicamente sobre la temperatura corporal, así que no prueban que la cerveza ayuda a reducirla. Lo que sí muestran es que una o quizá dos cervezas pequeñas puede hidratarte en lugar de deshidratarte. Así que quizá, aquella simple cerveza de Ice Cold Alex realmente merecía la pena.
El veredicto: Cierto, al menos cuando se trata solo de una o dos cervezas.
Aclaratoria:Todo el contenido en esta pieza es ofrecido solamente con fines de información general y no debe ser tomado como un sustituto de las recomendaciones de salud de su médico ni de ningún otro profesional de la salud. La BBC no es responsable de ningún diagnóstico hecho por los lectores sobre la base del contenido de esta página.
Lee la historia original en inglés en BBC Future.
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