¿Por qué los perros se mueven mientras duermen?

Es común que los dueños de perros observen a sus mascotas dormidas moviendo las patas como si estuvieran corriendo y emitiendo pequeños ladridos o gemidos.

Esto genera curiosidad sobre si los perros sueñan y, de ser así, qué experimentan en sus sueños. Investigaciones científicas arrojaron a la luz la respuesta este fenómeno, revelando datos fascinantes acerca de la actividad cerebral de los canes durante el sueño.

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En perros y otros animales, el sueño se divide en varias fases, siendo la fase REM (Movimiento Rápido de Ojos en español) una de las más significativas. Durante la fase REM, los animales muestran patrones de actividad cerebral muy similares a los humanos, lo que sugiere que también podrían estar soñando.

Se cree que estos sueños están relacionados con sus experiencias diarias. En la fase REM, el cerebro está altamente activo y se producen sueños vívidos, susceptibles de ser recordados al despertar.

Estudios demuestran que los perros que pasan por sesiones de entrenamiento y luego duermen, tienden a retener mejor la información y los comandos aprendidos.

Esto se debe a que la fase REM juega un papel crucial en la consolidación de la memoria. Por lo tanto, cuando los perros duermen después de una actividad intensa, es probable que sus cerebros estén procesando y archivando nuevas experiencias y conocimientos adquiridos.

Uno de los comportamientos más comunes en los perros dormidos es el movimiento de sus patas. Estos movimientos son principalmente contracciones musculares causadas por la actividad del tronco encefálico, una parte del cerebro que conecta con la médula espinal.

Estos movimientos involuntarios no necesariamente significan que el perro esté soñando, que corre o juega, sino que son reflejos inconscientes. Sin embargo, se ha comprobado que los perros que duermen después de una actividad intensa son más propensos a moverse durante el sueño, posiblemente debido a un cerebro más activo.

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En raras ocasiones, estos movimientos pueden ser confundidos con convulsiones, las cuales suelen involucrar movimientos prolongados y repetitivos, pérdida del control de esfínteres y, a veces, vómitos o babeo excesivo. Si se sospecha que un perro está teniendo convulsiones, es crucial buscar atención veterinaria de inmediato.

Despertar a un perro dormido debe hacerse con cuidado para evitar asustarlo o provocar una reacción agresiva. Los perros necesitan dormir aproximadamente 12 horas al día, y la interrupción de sus rutinas de sueño puede llevar a problemas de salud a largo plazo.